24/07/2025
Maria Eugenia Talerico. Mucho fuego sagrado, mucho “fin de una era” pero mientras declaman pureza ideológica, negocian con peronistas y con el kirchnerismo al que dicen querer combatir. Reparten cargos en la Justicia, tejen pactos para la Corte y la Procuración General, y desguazan organismos de control favoreciendo la impunidad de corruptos. ¿Esto no era una cruzada contra “la casta”?
Decir que no vinieron a negociar mientras transan con los mismos que destruyeron la República es más que hipocresía: es cinismo. No se trata de una causa, se trata de un proyecto de poder —uno que dice venir a romper todo, pero en la práctica recicla lo peor del sistema escondiendo caras viejas entre algunas nuevas pero con las mismas mañas.
Y esa “tabula rasa” que presentan como heroica no es más que un acto de claudicación, cobardía y complicidad. Porque dejar que el espacio lo manejen operadores “funcionales” (que ofrecen cargos y lugares en las listas a kirchneristas) no es destruir el viejo régimen: es rendirse ante él.
Quien habla de “dar la vida por las ideas de la libertad” mientras exige obediencia ciega a un presidente, demuestra no haber entendido ni lo más elemental de esas ideas. La libertad no se defiende con dogmas ni verticalismos; se defiende con límites al poder, y respeto a las instituciones y al Imperio de la Ley.
Ahora, con la propuesta electoral para “elecciones legislativas” en la PROVINCIA DE BUENOS AIRES, no es cierto que sean la antítesis del sistema, han armado una continuación maquillada; mas de lo mismo, y siguen subestimando a la gente.