Gral Dn Ricardo López Jordán

Gral Dn Ricardo López Jordán "El que no defienda a Entre Ríos es un traidor!. Al que lo defienda, la Patria le ofrece una corona!. La muerte antes que la esclavitud!"
Gral. Dn.

Ricardo López Jordán.

Urquiza y la concentración de poder económico y políticoJusto José de Urquiza no sólo consolidó su fortuna personal dura...
11/08/2025

Urquiza y la concentración de poder económico y político

Justo José de Urquiza no sólo consolidó su fortuna personal durante su trayectoria política, sino que también favoreció el enriquecimiento de allegados. La guerra contra el Paraguay (1864-1870) le generó beneficios sustanciales: gran parte de la caballada utilizada por los ejércitos argentino y brasileño llevaba su marca. Al finalizar el conflicto, Urquiza poseía cerca de un millón de hectáreas, aproximadamente 600.000 cabezas de ganado y medio millón de ovejas.

Tras la derrota de Juan Manuel de Rosas en Caseros (1852), entregó a Saturnino Unzué unas 75.000 hectáreas en la zona de Rojas, como pago por los servicios y préstamos recibidos. Este patrimonio convirtió a Unzué en un próspero hacendado, con explotaciones agrícolas y ganaderas de gran escala.

Diversos contemporáneos denunciaron las prácticas autoritarias del caudillo entrerriano. Juan Coronado, en Misterios de San José, lo acusó de manipulación electoral, reparto clientelar de tierras, aplicación de castigos físicos a paisanos y arbitrariedad judicial, calificándolo incluso de “tirano” y “sangriento” (Coronado, 1866, p. 110).

En el mismo sentido, Evaristo Carriego, desde el periódico El Pueblo, lo tildó de “ladrón” y “sanguinario”, sintetizando las críticas que posteriormente sostendría el movimiento jordanista:

“En Entre Ríos no hay ni libertad de sufragio, ni libertad de imprenta, ni libertad de industria, ni garantía personal ni respeto a la propiedad” (Carriego, 1867, p. 30).

Fuentes:

El Miércoles Digital

Oscar Pinco, “Hace 50 años se remató el Palacio San Jacinto, de los Unzué”, en Télam

Mariana A. Pérez, Propaganda e identidades políticas en la Revolución Jordanista de 1870. “Abajo el Tirano Urquiza”

Vuelta de Obligado: ¿interés nacional o porteño?Presentar la batalla de Obligado (1845) como una defensa de la soberanía...
11/08/2025

Vuelta de Obligado: ¿interés nacional o porteño?

Presentar la batalla de Obligado (1845) como una defensa de la soberanía nacional es, para Entre Ríos y el Litoral, un error histórico. El conflicto fue, en gran medida, consecuencia de la disputa por la libre navegación del Paraná, que permitiría al interior y al litoral exportar su producción directamente a las potencias industriales. Buenos Aires se oponía porque perdería las ganancias de su aduana, principal fuente de ingresos.

En 1845 aún no existía la República Argentina tal como la conocemos. Faltaban ocho años para la sanción de la Constitución Nacional (1853) y Buenos Aires, reticente a compartir su recaudación aduanera, incluso se separó del resto del país entre 1853 y 1862.

La batalla de Obligado enfrentó, por un lado, a la oligarquía terrateniente bonaerense, que defendía el monopolio portuario, y por el otro, a Inglaterra y Francia, que intervinieron para abrir los ríos al comercio internacional, buscando su propio beneficio.

El historiador Luis Alberto Romero advierte:

"(...) Me parece más difícil aceptar que la batalla del 20 de noviembre de 1845 haya sido una gran epopeya nacional (...) Rosas, bloqueando el Paraná, sostuvo los intereses de Buenos Aires (...) defendió con energía el monopolio portuario porteño (...)".

Romero también recuerda que el combate no fue un triunfo: las fuerzas anglo-francesas se retiraron recién en 1849. Y concluye:

"(...) Hacer de una batalla donde primaron intereses particulares un jalón en la construcción de la Nación (...) es parte de un mito nacionalista muy arraigado (...)".

Ceferino Alarcón

El porrón seguía pasando,mano en mano en el fogón.El fuego consumía la leña…y la caña , el resquemor.Remigio el de los m...
10/08/2025

El porrón seguía pasando,
mano en mano en el fogón.
El fuego consumía la leña…
y la caña , el resquemor.
Remigio el de los mil combates
escupió tabaco….. y habló.
Tengo tajos de Cepeda..y de Pavón
y una herida que no cierra
Cañada e` Gomez , sí señor.
Allí murió mi hermano
degollado y a traición.
No vengan los macacos
a cambiarnos la pisada
¡ Que p’a arriba yo no voy !;
prefiero el monte,
perderme en los esteros,
apechugar la desgracia
de ser un gaucho matrero.
Así en Basualdo , así en Toledo,
el paisanaje dijo Nó
y clavó su lanza en el suelo.

Osvaldo Delmonte.

Análisis de Martín Ruiz Moreno sobre la Revolución del 11 de Abril de 1870Martín Ruiz Moreno, en 1870, escribió sobre la...
09/08/2025

Análisis de Martín Ruiz Moreno sobre la Revolución del 11 de Abril de 1870

Martín Ruiz Moreno, en 1870, escribió sobre la Revolución del 11 de Abril, documentando los propósitos de este acontecimiento y explicando de manera leal las circunstancias previas a las guerras jordanistas. Señaló que el verdadero motivo de la intervención nacional en Entre Ríos fue acabar con el último bastión federal puro y auténtico, que amenazaba la hegemonía liberal del puerto y la política mitrista de sometimiento.

Ruiz Moreno señala que un día fue Corrientes, otro Santa Fe, luego San Juan, y ahora Entre Ríos; todas víctimas de intervenciones nacionales que atentaban contra su autonomía.

La verdad de los hechos revela claramente la inconstitucionalidad de la intervención en Entre Ríos, desmiente las falsas aseveraciones contenidas en las proclamas de Sarmiento, cuestiona la injusticia del derrocamiento de la Legislatura entrerriana y señala las graves responsabilidades que recaen sobre Sarmiento y su gabinete.

Sarmiento designó al General Emilio Mitre como Comisionado para intervenir en Entre Ríos, poniendo bajo sus órdenes una división de las fuerzas nacionales. El 16 de abril, Mitre dirigió un mensaje al Gobernador Constitucional de Entre Ríos, expresando que tenía el encargo de investigar los hechos ocurridos, y de preservar el orden y la paz.

Sin embargo, el General López Jordán respondió el 17 de abril señalando que ni la paz ni el orden se habían alterado y que, por el contrario, todos los poderes públicos seguían funcionando normalmente conforme a las leyes vigentes.

Ese mismo día, la Legislatura provincial solicitó al Gobernador que hiciera respetar la autonomía de la provincia, utilizando para ello los medios previstos tanto en la Constitución provincial como en la nacional.

Estos hechos demuestran que la intervención se llevó a cabo en contra de los principios establecidos por la Constitución de la República.

Es importante destacar que el Gobernador de Entre Ríos sólo se puso en armas mucho después de que las fuerzas interventoras ya estaban dentro de la provincia.

Cuando fue elegido Gobernador el General López Jordán, el Ejecutivo Nacional ya enviaba sus bayonetas bajo el falso pretexto de impedir que desde Entre Ríos se invadiera la Banda Oriental por parte de los blancos.

Los ambiciosos vulgares que aspiraban al poder gracias a la intervención trabajaron clandestinamente junto al Gobierno Nacional, apoyando este atentado contra la soberanía provincial, y alegando hipócritamente que López Jordán había sido elegido por la fuerza y la violencia.

El General López Jordán, siguiendo la recomendación de la Legislatura, se limitó a solicitar el retiro de las fuerzas interventoras, advirtiendo al General Emilio Mitre que no existía razón para atentar contra la soberanía de la provincia.

El 19 de abril de 1870, bajo el mando del Comisionado General Emilio Mitre, las tropas “nacionales” desembarcaron en Gualeguaychú. Mitre emitió una proclama donde expresó:

"Al desembarcar en el puerto de Gualeguaychú, usando el derecho que el Gobierno Nacional tiene para ocupar con sus tropas los territorios de la República, saludo cordialmente a todos los habitantes de la provincia de Entre Ríos, asegurándoles que mis deseos son estrechar la mano de todos sus buenos hijos, y hacer todo cuanto me sea posible para que, el día que tenga que dejar esta provincia hermana, cada entrerriano me dé el nombre de amigo."
(Gualeguaychú, 19 de abril de 1870. Emilio Mitre).

Días más tarde, el Gobernador Constitucional y amigo, General Don Ricardo López Jordán, responderá:

"Os acabo de dar libertad y derecho. Nuestros eternos enemigos no los quieren reconocer, trayéndonos la guerra, y aquí me tenéis con la lanza en la mano para defenderlos.
Si queréis ser esclavos, permaneced en vuestras casas. Si queréis ser libres, venid a acompañarme, donde ya dos mil leales entrerrianos me rodean, dispuestos a morir antes que dejarse ultrajar.
El que no defienda a Entre Ríos es un traidor. El que lo defienda, la Patria le ofrece una corona. ¡La muerte antes que la esclavitud!"

Ceferino Alarcón

Tercera Rebelión JordanistaEn 1876, los jordanistas en el exilio se encontraban divididos entre quienes aún eran leales ...
02/08/2025

Tercera Rebelión Jordanista

En 1876, los jordanistas en el exilio se encontraban divididos entre quienes aún eran leales al Gral. Ricardo López Jordán —como Francisco Fernández, el Gral. Carmelo Campos, el Cnel. Saturnino Mendieta, el Sgto. Mayor Toribio Escalada, el Sgto. Mayor Gervasio Garay, el Capitán Félix Ibarra, el Capitán Esteban Taborda y el Tte. Carmelo Campos (h), entre otros— y los disidentes nucleados en el llamado Comité Central de Montevideo —integrado por los hermanos Querencio, el Gral. Seguí, el Gral. Correa, el Gral. Inocencio Benítez, el Cnel. Benicio González, el Cnel. Lino Texera, entre otros—.

En este contexto, se intensificaron los trabajos revolucionarios de los emigrados, preparando una nueva invasión a Entre Ríos, la cual se tornaba cada vez más difícil debido a la estricta vigilancia del gobierno uruguayo.

Juan Coronado le escribía al caudillo federal:
"Haga sentir su influencia política en Entre Ríos."

El Partido Blanco (jordanista y opositor) había propuesto como candidato a Don Francisco Crespo, estanciero vinculado al movimiento, pero no llegó a ser proclamado oficialmente, dado que se buscaba alguna forma de transacción política.

Exasperado el jordanismo por la actitud marcadamente hostil de Febre, cuyas políticas se tradujeron en persecuciones y proscripciones, comenzó a prepararse para una nueva rebelión. El gobierno nacional, por su parte, concentró tropas en la provincia, bajo el mando del Gral. Ayala.

El Gral. López Jordán, aún en el exilio, procuró evitar el alzamiento mediante una solución política. A través de algunos allegados porteños, gestionó ante el ministro de Guerra, Adolfo Alsina, la posibilidad de sustituir a Febre por un candidato de conciliación, habiéndose pensado para ese fin en el Dr. Onésimo Leguizamón, ministro del presidente Avellaneda.

El 25 de noviembre de 1876, el Gral. López Jordán cruzó el río Uruguay por la barra de Pos-Pos con aproximadamente 40 jefes y oficiales —grupo menguado debido a la división interna del movimiento—. Lo acompañaban Desiderio Olivera, el siempre leal Nicomedes “Nico” Coronel, Robustiano Vera, Claro Palacios y su hijo Ramón López Jordán.

El gobierno argentino, al tanto del inminente levantamiento, adoptó medidas preventivas, ordenando detenciones de simpatizantes jordanistas en distintos puntos de la provincia. El viejo caudillo se internó en los montes, dirigiéndose hacia El Palmar.

Los jordanistas lanzaron tres vibrantes proclamas, publicadas en la prensa. La de López Jordán, fechada en Calá el 27 de noviembre; la del Cnel. Gregorio Garay, dirigida al pueblo de Gualeguaychú y fechada el 28; y la del Gral. Carmelo Campos, dirigida a los vecinos de Victoria, también el 28 de noviembre.

“Los proscriptos que escaparon a la carnicería de Don Gonzalo, al acogerse al indulto bajo la fe de la autoridad nacional, era para ser víctimas, en sus intereses y en sus vidas, de la venganza rencorosa e insaciable del doctor Febre, cuyo despotismo y rapacidad viene esparciendo el escándalo en todos los ámbitos de la República.”
López Jordán, Calá, 27/11/1876.

En respuesta, el presidente Avellaneda decretó el estado de sitio en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes, ordenando la detención de simpatizantes jordanistas y la clausura de los periódicos El Porteño, La Prensa y Correo Español, de Buenos Aires, así como La Capital, de Rosario. El 28 de noviembre fueron arrestados, entre otros, Ovidio Lagos, Nicanor y Melitón González del Solar, Camilo Aldao y el Mayor Gorosito.

El Gral. López Jordán, al frente de una división de 500 hombres mal armados, se dirigió hacia Tala y Nogoyá, con el objetivo de avanzar luego hacia el norte entrerriano durante la primera semana de diciembre, donde aguardaban refuerzos jordanistas, entre ellos el Cnel. Cecilio Berón de Astrada.

Fuentes:
Vida y muerte de López Jordán, Fermín Chávez.
Historia de Concepción del Uruguay, Tomo III, Oscar Urquiza Almandoz.

En 1875 finalizaba el mandato del Dr. Leónidas Echagüe, por lo que, conforme a la Constitución de Entre Ríos, debía conv...
31/07/2025

En 1875 finalizaba el mandato del Dr. Leónidas Echagüe, por lo que, conforme a la Constitución de Entre Ríos, debía convocarse a elecciones para elegir a su sucesor.

En esta oportunidad, los contendientes fueron el Partido Liberal —de orientación nacionalista y oficialista—, que proclamó la candidatura del Dr. Ramón Febre, exministro de Echagüe; y el Partido Blanco —jordanista y opositor—, que impulsaba como posible candidato a Don Francisco Crespo, estanciero identificado con la causa federal. Sin embargo, este último no llegó a ser proclamado, ya que se intentó alcanzar una fórmula de transacción.

El jordanismo, exasperado por la postura decididamente hostil de Febre, marcada por las persecuciones y proscripciones, se preparó para una nueva rebelión. Desde el exilio, el general Don Ricardo López Jordán intentó primero una salida pacífica. A través de amigos porteños, gestionó ante el ministro de Guerra, Adolfo Alsina, la sustitución de Febre por un candidato de conciliación. Para ello, se había pensado en el Dr. Onésimo Leguizamón, entonces ministro del presidente Avellaneda.

Sin embargo, la solución propuesta por el jordanismo no prosperó. Como consecuencia, el 25 de noviembre de 1876, el general López Jordán vadeó nuevamente el río Uruguay por la barra de Pos Pos, desembarcando con unos 40 jefes y oficiales y dando inicio a la tercera rebelión jordanista.

Al pisar suelo entrerriano, proclamó:

“Los proscriptos que escaparon de la carnicería de Don Gonzalo, al acogerse al indulto bajo la fe de la autoridad nacional, era para ser víctimas, en sus intereses y en sus vidas, de la venganza rencorosa e insaciable del Dr. Febre, cuyo despotismo y rapacidad viene esparciendo el escándalo en todos los ámbitos de la República.”

Fuentes:
Oscar Urquiza Almandoz, Historia de Concepción del Uruguay, Tomo III.
El Nacional, 29 de noviembre de 1876.

Capitán Gerónimo Romero “El Chumbiao”Oriundo de Gualeguay, perteneció a la facción federal y, en 1865, participó en los ...
24/07/2025

Capitán Gerónimo Romero “El Chumbiao”

Oriundo de Gualeguay, perteneció a la facción federal y, en 1865, participó en los desbandes de las tropas de Basualdo y Toledo que se negaron a marchar a la Guerra del Paraguay, viéndose obligado a hacerse matrero por aquel entonces. Posteriormente, se integró a las tropas de Ricardo López Jordán, participando activamente durante la primera campaña.

En mayo de 1870, con el inicio de la rebelión, estuvo al mando de la toma de la ciudad de Paraná. Allí ocurrió un hecho singular, registrado por Patricio Texo, ex cónsul de Brasil en Paraná, en una carta dirigida al ministro de Guerra y Marina, general Juan Andrés Gelly y Obes:
“Mi querido amigo: Hoy, de cinco a seis de la mañana, hemos pasado un mal rato, más por la vergüenza que por el peligro. De 300 a 400 gauchos se metieron hasta la plaza principal, donde había como 400 infantes durmiendo, al punto que los centinelas apenas los sintieron cuando ya los llevaban por delante. Pero a los primeros tiros huyeron. Esto se debe a la completa nulidad de las autoridades militares, pues la tropa ni siquiera tenía las armas cargadas. En fin, es una vergüenza…”.

Después de dar unas vueltas a la plaza, gritando “¡vivas!” a la patria y a su jefe, los jordanistas se retiraron sin encontrar resistencia. El propio Romero le escribía a López Jordán desde Tres Sauces:
“En cumplimiento de la orden recibida de S.E., me marché para el pueblo de Paraná con 200 hombres, y a las cinco y media de la mañana estuve en la plaza principal dando vivas en la puerta de la Jefatura de Policía a nombre de la patria y de V.E.… Luego les hicieron fuego a las demás partidas que había esparcido en distintos puntos y, no pareciéndome propia la pelea dentro del pueblo para no ofender a la población, ordené la retirada a los oficiales que encabezaban dichas comisiones hacia las orillas del pueblo, donde yo me retiré, esperando a ver si salían los traidores enemigos para combatirles”.

Según las escasas referencias documentales, Romero continuó participando en diversas acciones hasta la batalla de Ñaembé. Como muchos otros jordanistas, partió al exilio, donde terminó sus días. El periódico La Libertad, dirigido por Olegario V. de Andrade, publicaba en septiembre de 1871:
“El Chumbiao, personaje de la rebelión, ha mu**to en la emigración de una parálisis contraída en las pasadas campañas”.

Fuentes:

Cartas de Manuel Navarro a Justo J. de Urquiza. Nogoyá, Campamento de las Puntas de Cañada Grande, 1865-1866. Fondo Urquiza.
Fermín Chávez, Archivo López Jordán.

Imagen: Fotografía ofrecida por el periódico jordanista La Nueva Era, 1870.

El General Gelly y Obes es designado Comandante en Jefe del Ejército en OperacionesJulio de 1870 – Avance de la rebelión...
23/07/2025

El General Gelly y Obes es designado Comandante en Jefe del Ejército en Operaciones
Julio de 1870 – Avance de la rebelión jordanista

El movimiento jordanista, bajo el lema "¡Defendemos la Soberanía de la Provincia!", venía infligiendo sucesivas derrotas a las fuerzas nacionales. En las sesiones del 16 y 18 de julio de 1870, al debatirse el proyecto de intervención federal en Entre Ríos —la cual estaba invadida militarmente desde abril sin ley ni decreto que lo autorizara—, el diputado José Mármol advertía:
“Cuatro ejércitos de la Nación no han podido impedir que el general López Jordán tomara la capital.”

Señalaba además que las marchas rápidas de los federales burlaban las medidas militares de los jefes nacionales, generando una situación desfavorable para el gobierno central frente a la rebelión. En ese mismo contexto, el general Emilio Mitre admitiría con franqueza:
“La verdad era que López Jordán me había jugado una feliz manganeta.”

Los avances jordanistas eran contundentes:

12 de julio: el general Ricardo López Jordán toma Concepción del Uruguay.
14 de julio: el coronel Carmelo Campos ocupa Gualeguaychú.
18 de julio: las tropas jordanistas entran en Gualeguay.
19 de julio: vuelven a tomar Gualeguaychú.
22 de julio: fuerzas insurgentes entran en Victoria.
En los días siguientes, avanzan sobre Diamante, Nogoyá y Villaguay, mientras en Paraná Campaña, las fuerzas del coronel Campos conservan el control.

Mientras el general López Jordán reorganizaba sus tropas en el Campamento del Cala con vistas a marchar sobre Paraná, el gobierno nacional reaccionaba. Por decreto del 26 de julio de 1870, se relevó al general Emilio Mitre y se designó en su lugar al general Juan Andrés Gelly y Obes como nuevo Comandante en Jefe del Ejército en Operaciones.

Fuentes:
• Caudillos entrerrianos. López Jordán, Aníbal S. Vázquez, 1940.
• Las Montoneras de López Jordán, Francisco Schaumann, 1968.

23 de Julio – Día del PayadorEn homenaje a una voz del puebloUn día como hoy, pero de 1884, en Montevideo, dos gigantes ...
23/07/2025

23 de Julio – Día del Payador
En homenaje a una voz del pueblo

Un día como hoy, pero de 1884, en Montevideo, dos gigantes del verso se enfrentaban en una payada inolvidable: el argentino Gabino Ezeiza y el uruguayo Juan de Nava.

En medio de aquel duelo criollo, Gabino improvisó una décima que haría historia y emocionaría a miles de orientales presentes:
"¡Heroica Paysandú, yo te saludo!"
Un verso encendido de memoria, patria y hermandad rioplatense.

Desde entonces, esta fecha se recuerda como el Día del Payador, en honor a ese arte profundo, improvisado, valiente, que nació en las pulperías y aún hoy sigue vivo en cada guitarra que se afina para contar verdades.

Hoy celebramos a quienes, como Gabino, supieron cantarle a la historia, al amor, a la lucha y a la tierra.
¡Salud, payadores!

Vuelta de Obligado, interés nacional o porteño?Venir a imponernos a los entrerrianos que el combate de Obligado fue en d...
20/11/2024

Vuelta de Obligado, interés nacional o porteño?

Venir a imponernos a los entrerrianos que el combate de Obligado fue en defensa de la soberanía nacional es una falta de respeto. Dicho conflicto fue nada más ni nada menos consecuencia de las pujas del interior del litoral por la navegación libre del Paraná y poder sacar la producción y comerciar directamente con las potencias industriales. Y a Buenos Aires por supuesto no le convenía porque perdía con ello obtener pingües ganancias a través de la aduana porteña.
El contexto? 1845, aún no había nacido la República Argentina, lejos estábamos de ponernos de acuerdo en cuanto a la forma de gobierno o de ordenamiento jurídico más conveniente. Cuando se declara en 1853, la Constitución Nacional, Buenos Aires continuaba reticente de compartir la recaudación aduanera con el resto del país. Tal es así que durante unos años se separó del resto de la Argentina.
Volviendo a Obligado, por un lado el interés de la oligarquía terrateniente de estancieros bonaerenses y porteños que frenan el crecimiento económico del interior y por el otro, el "auxilio" de las potencias, Inglaterra y Francia, para apoyar al Litoral en su lucha por la libre navegación de los ríos; con intenciones de sacar provecho de la situación obviamente.

Romero va a decir "(...)Me parece más difícil de aceptar, en cambio, que la batalla del 20 de noviembre de 1845 haya sido una gran epopeya nacional, como se dice. (...) En rigor, en 1845 el Estado nacional argentino todavía estaba en construcción; toda la Cuenca del Plata era un hervidero, y ni siquiera estaba claro qué parte de ella -¿el Uruguay o el Paraguay?- correspondería a la Argentina. (..) Rosas, bloqueando el Paraná e impidiendo la libre navegación de los ríos, sostuvo los intereses de Buenos Aires, una provincia que, bueno es recordarlo, hasta 1862 vaciló entre integrar el nuevo Estado o conformar un Estado autónomo. Rosas defendió con energía el monopolio portuario porteño, de cuyas rentas, no compartidas, vivía la provincia. Contra Rosas estaban quienes creían que la libre navegación de los ríos los beneficiaría.(...)"

Otra cuestión para nada sin importancia es que no fue un triunfo sino todo lo contrario, es más los anglo franceses van a retirarse recién en 1849.

Continúa Romero, "(...) Hacer de una batalla donde primaron los intereses particulares de Buenos Aires un jalón en la construcción de la Nación. Todo eso es algo más que una opinión, poco rigurosa pero aceptable en un terreno por definición opinable, como lo es el pasado. Tal manera de ver las cosas constituye una parte central del "sentido común" nacionalista, muy arraigado en nuestra cultura, a tal punto de haberse convertido en una verdad que se acepta sin reflexión. (...)"

Romero, finalmente apunta contra el uso político que se le da a ciertos acontecimientos históricos, por parte del gobierno, con la colaboración de escritores neo revisionistas, "(...) que pronuncia una revitalización del mito en beneficio propio, (...)".

Fuente: Transformar la derrota en victoria, por Luis Alberto Romero en Diario La Nación (18 de Noviembre de 2012).
Imágen: argentina.gob

Las represalias se llevaban a cabo y se fusilaba no sólo a los jefes y oficiales sino también a todos los que hubieran a...
16/11/2024

Las represalias se llevaban a cabo y se fusilaba no sólo a los jefes y oficiales sino también a todos los que hubieran ayudado a los jordanistas, ya fuera con alimentos, caballos o refugio.
Las partidas armadas organizadas por los Nacionales recorrían todos los departamentos de la provincia, a la caza de revolucionarios para impartir su cuestionada “justicia” con aquellos que habían usado la divisa blanca.
Las tropas del Cnel. Ayala venían robando y matando a todos los jordanistas que encontraban.

Testimonio
En las casas solo quedaron ancianas y los niños. Uno de esos niños, mi bisabuela materna, a quien conocí, fue quien nos contó los hechos a mi hermano y a mí que relataré, ya que ella había nacido en 1868 y falleció en Concordia en 1948 de 79 años.
“Me desperté con sobresalto tarde, a la noche por el retumbo de los cascos de caballos que venían. Con mis hermanitos corrimos a mirar por la ventana a los soldados y el brillo de sus armas las reflejaba una gran luna de esas noches de invierno. Los veíamos claramente coronando un cerro cercano como se acercaban. Arribaron enseguida y rodearon las casas. Se apearon dos oficiales y pidieron que abrieran la puerta. Una tía vieja les dijo que eran mujeres solas y niños.
-Entonces no tienen nada que temer, doña. La guerra la hacemos con los hombres no con las mujeres
Franqueó entonces la puerta y entró el oficial con dos ayudantes.
-Buscamos al Cnel. Correa, doña.
-No está, señor. Hace ya una semana que se fueron con un arreo para el lado de San José a vender animales.
Entraron también los soldados y comenzaron a revisar toda la casa, armarios, muebles, y a los colchones los cortaban con bayonetas. Al no encontrar armas ni nada de valor ni tampoco la gente que buscaban, pidieron disculpas y se fueron.
Cuando se habían alejado unos 100 metros de las casas, un viejo puestero, antiguo soldado de Urquiza que más que otra cosa por su ancianidad se ocupaba de cuidar a los niños, y cuando ya estaba todo resuelto, sale del galpón y les hace un disparo con un fusil. Inmediatamente se desplegaron como para combatir y volvieron a rodear las casas. Lo sacaron al viejo a los golpes y mientras cuatro soldados lo sostenían de los miembros, le abrieron el vientre, dejando las vísceras a la vista. Prendieron fuego el galpón, pero a la casa la respetaron. Mataron con lanza y sable todos los animales que estaban en los corrales…hasta que luego de bastante tiempo, finalmente se retiraron.
“El pobre viejo quedó vivo revolcándose de dolor y pidiendo a gritos que lo mataran. Así estuvo toda la noche. Era una masa uniforme de barro que se formó con la sangre y las entrañas del anciano. Las mujeres y los niños aterrorizados miraban por la ventana la agonía del pobre hombre sin atreverse a darle muerte. Muchas horas pasaron hasta que Dios se apiadó de tanto sufrimiento y antes del amanecer, murió. Cuando amanecía, las mujeres lo envolvieron en unos cueros al cuerpo y lo llevaron al arroyo.”
Esos eran los recuerdos de mi bisabuela que en ese entonces tenía apenas 6 años, pero jamás olvidó las escenas que vió esa noche y así nos los transmitió a mi hermano y a mí, pero gracias a esos recuerdos, es que puedo ofrecer este relato de primera mano, ya que debemos de ser la última camada de personas que enlazamos el presente con ese pasado de tan crueles escenarios de nuestra historia.

Fuente: Darío H. Garayalde para El Heraldo (1 de Junio de 2019).

"(...) el General murió cambiando tiros con los que fueron a tomarlo. No era pues de esperarse que le volvieran confites...
11/04/2024

"(...) el General murió cambiando tiros con los que fueron a tomarlo. No era pues de esperarse que le volvieran confites"

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