12/05/2025
“…AMIGUITO, SE ME APAGÓ LA LUZ…”
Camina la vida con humildad, con esfuerzo y con una dignidad que no sabría explicarlo en pocas palabras. Se llama Claudio López Camelo, más conocido como "La Sorda" y se dedica a la atención y desarrollos de chasis de autos de competición.
Cuando le llevan un auto de carrera, sin siquiera examinarlo, sabe que va a andar, nada es imposible para él, lo va a hacer andar, se tiene fe, luego lo contempla y le da cariño como si fuera una persona.
En estos últimos 25 años, ha colaborado con mas de un centenar de pilotos para cumplir sus sueños, pero en el medio de la pandemia, perdió la visión por completo, una enfermedad que ya le venía pasando factura.
Claudio es una persona que sin proponérselo enseña el valor de los sueños y el sacrificio silencioso. Es una verdadera figura de nuestro entorno fierrero, un ser humano sano.
A pesar de lo que le tocó vivir, no escuché que haya llamado a nadie, mendigando atención. A pesar que goza de un reconocimiento enorme, se bancó solo y en silencio su ceguera durante años.
Hace pocos días, por un mensaje de audio me contó todo lo que le tocó vivir, “se me apagó la luz amiguito”, de esa forma respondió a mi pregunta de dónde andaba laburando que no lo veía…
Luego de 2 operaciones, hace poco tiempo logró recuperar de a poco su visión y quiere volver al ruedo. Esta última época con sus propias manos edificó su taller, le falta, fue todo a pulmón, sin entradas de dinero, pero con mucho entusiasmo como si tuviera 18 años y recién se inicia…
Recuerdo que una vez, uno de sus autos al salir a pista para largar una importante final se paró, corrió como nunca antes lo había visto correr, abrió el capot, metió mano, cerró, empujó y arrancó, sonriendo me dice "arrastra amigo, siempre pasa, hay que estar tranquilo", ese simple gesto te transmite una energía positiva como pocos, que enseña, que motiva…
Entre todo el entorno del automovilismo, que siempre es tan generoso, se me ocurre podemos hacer una gran cruzada para darle el envión, y que pueda volver a las pistas dignamente, que termine su taller y compre algunas herramientas que quedaron dispersas por quién sabe qué galpón…
Un piloto de Entre Ríos, Tito Ruiz, le dio la posibilidad de volver al circuito atendiendo su auto para una categoría zonal entrerriana, lógicamente acudió a su incondicional colega Fernando Monti, quien rápidamente respondió a su llamado. Esto recién comienza, es un nuevo despertar en la vida para “La Sorda”.
Cuando uno tiene la oportunidad de devolver una parte de todo lo recibido, hacerlo no es un gesto de generosidad, sino de justicia.
El poder de un acto de gratitud muchas veces no llega rápido, pero esta vez hay que apresurarse. Si alguien tiene una idea, acá estamos para poder plasmarla, darle forma y transformarnos en útil en la vida.
RPM Sport.