30/11/2025
Cómo se manifestó la “inflación indirecta” en Argentina entre 2023 y 2025
El fenómeno de inflación indirecta —subas de precios que no responden a un ajuste tarifario o de dólar puntual, sino a costos, expectativas y reacomodos internos— dejó marcas claras en la evolución reciente de la economía argentina. Acá algunas de sus manifestaciones más relevantes:
📈 Datos clave de fondo
🔴En 2023 la inflación oficial cerró en un 211,4 % interanual.
🔴En 2024 descendió a 117,8 %, aún muy elevada pero casi la mitad de la de 2023.
🔴A lo largo de 2025 la tendencia fue a la desaceleración: por ejemplo, en mayo la inflación interanual rondaba 43,5 % —y la variación mensual había caído al 1,5 % — con datos que representan la menor tasa mensual desde 2020.
🔴Ese ritmo general de precios, aunque descendente, estuvo acompañado por oscilaciones internas y nuevos aumentos puntuales, lo que evidencia la persistencia de mecanismos de inflación indirecta.
¿Cómo operó la inflación indirecta?
🔹 Costos y estructura de precios internos
Aunque en el índice general algunos rubros regulados (tarifas, servicios públicos) fueron liberados o ajustados, muchos costos quedaron “atrasados”. De ahí surgió un reacomodo progresivo: subieron transporte, distribución, servicios asociados. Por ejemplo, en 2024 las subas más destacadas correspondieron a “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” y a “Comunicación” (telefonía/internet).
Esa presión desde costos “secundarios” se trasladó a bienes y servicios que dependen de logística, transporte o insumos importados, generando aumentos aun cuando los rubros “sensibles” se mantenían relativamente quietos.
🔹 Expectativas y “remarcación preventiva”
En un contexto de devaluación inicial —al asumir el gobierno en diciembre de 2023— y de alta incertidumbre macroeconómica, muchas empresas optaron por remarcar precios “por las dudas”: un clásico mecanismo de inflación indirecta. Esa actitud afectó sobre todo bienes transables, alimentos, insumos importados o semielaborados.
Esa “marcación a futuro” generó un arrastre inflacionario: una vez que los costos subieron —o se anticipó que podían subir—, cualquier ajuste se trasladó rápidamente a los precios finales, incluso sin cambios oficiales en tarifas o dólar.
🔹 Reestructuración del consumo y efecto cadena
Con ingresos que muchas veces no siguieron el ritmo de los precios —o aumentaron por debajo— buena parte de las familias ajustaron el consumo. Eso afectó la demanda de ciertos bienes, obligando a empresas a recomponer márgenes con aumentos (otra forma indirecta de inflación).
Algunas subas vinieron acompañadas de “shrinkflation”: reducción de cantidad/calidad manteniendo precio, un mecanismo para sostener márgenes sin alterar inmediatamente la etiqueta nominal.
¿Qué rubros sintieron más la presión indirecta?
Insitimos :Transporte y logísticasin duda alguna , aumentos en combustible, fletes, distribución repercutieron en alimentos, insumos de consumo masivo.
🔴Vivienda, servicios públicos y comunicaciones: incluso cuando no hubo aumentos directos constantes, la recomposición tarifaria y costos asociados presionaron los precios finales.
🔴Alimentos, bienes de consumo masivo e insumos industriales: su precio reflejó tanto el arrastre de costos (transporte, insumos importados) como la tendencia de “remarcación en anticipación” frente a posibles cambios macroeconómicos.
🔴¿Por qué la “desinflación” oficial no borró los efectos indirectos?
Aunque los datos muestran una caída en la tasa de variación mensual e interanual, esa desaceleración no implica que hayan desaparecido las presiones estructurales de fondo.
👆Muchas empresas siguen trasladando costos cada vez que tienen oportunidad, aun sin saltos oficiales grandes.
🔴El nivel de precios quedó elevado, y desde ese piso los efectos indirectos siguen gravitando sobre el poder adquisitivo.
Las oscilaciones cambiarias, los costos logísticos y la incertidumbre estructural mantienen el terreno fértil para nuevos ajustes “silenciosos”.