
12/10/2025
Fue una experiencia distinta. En la mañana del pasado sábado 11 de octubre, varias decenas de rosarinos, en dos colectivos partieron desde la puerta del Museo de la Ciudad “Wladimir Mikielevich” para conocer a fondo, dos zonas de la ciudad en el marco de “Barrio Explorado del Tricentenario”. Fueron Tablada, con la guía de la referente barrial Silvia Gergolet, y Saladillo, con el habitual colaborador de Crónicas Barriales, el historiador barrial, Alfredo Monzón.
Tras pasar por un nuevo espacio del Museo de la Ciudad, Escaparate de Colecciones, en la esquina de Dorrego y Riobamba, y ya sobre bulevar 27 de Febrero, que marca el límite de la zona sur con República de la Sexta, Gergolet, hizo referencia a la creación de la arteria, con sus típicas palmeras que fueron taladas por el intendente de la dictadura, Augusto Félix Cristiani.
Luego fue el turno de la Estación Central Córdoba que nace en 1891, reinaugurada en 1927 y transformada para trenes de carga desde los ’50, y de aspectos del parque Hipólito Yrigoyen con su pérgola, la escultura en homenaje al que fuera dos veces presidente y el monumento a Ernesto “Che” Guevara. También en la zona el Asilo Buen Pastor, que en su momento fue cárcel de mujeres y hoy luce con su iglesia restaurada y funciona, entre otras actividades un centro para adictos, y el estadio “Gabino Sosa” del Club Atlético Central Córdoba.
En el parque Gergolet narró que el nombre del barrio se debe a las tablas del matadero municipal y que en su momento se dispuso que desde 27 de Febrero al sur fuera la zona de la ciudad para “servicios contaminantes”, tales como mataderos, curtiembres, fábricas vinculadas a metales, como de caños, al igual que sitio de asilos y hospitales, para enumerar El Buen Pastor, el al presente Hospital Geriátrico Provincial, y los hospitales de Niños “Víctor J. Vilela”, Español e Italiano.
De igual modo destacó que en el actual parque estuvo en 1774 la Posta del Rosario de los Arroyos, y que por allí –tras trasladarse desde el hoy Parque Regional Sur, tal como lo explicó posteriormente Monzón- pasaron las tropas del general Manuel Belgrano, previo a la creación de la bandera, y los Granaderos del general José de San Martín, con anterioridad al Combate de San Lorenzo. De igual modo estuvieron quien luego fuera el Papa Pío XIII, Eugenio Paccelli, y el naturalista Charles Darwin.
Respecto al actual Hospital Geriátrico Provincial marcó que fue originalmente el Asilo de Dementes y Mendigos. Sobre el barrio consignó su impronta solidaria y “hasta el último gobierno de Juan Domingo Perón, 90 por ciento peronista”, por su fisonomía de obreros, dado las fábricas e instalaciones de mataderos, curtiembre, barracas y ferroviarias.
Consignó, igualmente que hubo en Tablada 4 cines. Y se refirió a otro emblema histórico del barrio, la Biblioteca Popular “Constancio C. Vigil”, con su escuela primaria y el aún imponente edificio de Alem y Gaboto.
Sobre los límites precisó que se extendía desde el bulevar 27 de Febrero hasta Lamadrid y Pedernera.
En ese marco del barrio están la plaza Eva Perón, en Ayolas, Deán Funes, Ayacucho y Colón, con una imagen que recuerda a la “Abanderada de los Humildes”, y la plaza de la Resistencia, con el tanque de agua que es un símbolo de la misma, y donde precisamente en momentos de la recorrida se estaba pintando un mural alegórico.
De igual modo se narró la historia de quien estaba a cargo de la recolección de la basura a principios del siglo pasado, en lo que se conoció como Villa Manuelita; o también la zona donde se encontraba la fábrica de jabón La Paloma.
Tras ello se pasó al barrio Saladillo, con varias paradas, donde Monzón la historia del mismo. Desde el borde del arroyo, y frente donde está hundida “La Corina”, la embarcación que Don Manuel Arijón utilizaba para transportar arena, a la historia del inició del Frigorífico Swift, frente a instalaciones hoy abandonadas y donde llegaron a trabajar 12.000 operarios, y que, indicó Monzón, en algún momento se pensó en realizar un museo que nunca llegó a concretarse.
Como lo ha contado en sus notas en Crónicas Barriales destacó el inicio del barrio como residencial y para la clase alta, donde pasaba los veranos, al barrio obrero, con la llegada de la industria frigorífica, y miles de inmigrantes de Europa y migrantes internos de distintos lugares del país, momento en que lo quebró la emoción al recordar a su padre, uno de los que se desempeñó en el histórico frigorífico.
Luego fue la parada en las puertas del mítico bar “Piave”, frente al que fuera el Cine Diana, posteriormente Centro Cultural, y el Sindicato Industria de la Carne, y el monumento a Evita, en algún momento conocido como “la mandarina”.
Tras otra cuadra fue otra historia, y ver los restos que quedan del que fuera el Molino Rojo, un emprendimiento industrial de los generales Justo José de Urquiza y Benjamín Virasoro y el empresario Timoteo Gordillo, a muy pocos metros donde muchos años después Arijón construyera los Baños del Saladillo, hoy las Piletas del Saladillo, que se inauguraran en la gestión como intendente de Héctor Cavallero.
Cerró la recorrida en el Parque Regional Sur “Dr. Carlos Sylvestre Begnis”, en las proximidades del Velódromo Municipal, donde se narró la historia del paso de Belgrano y de San Martín, y del fusilamiento del anarquista Joaquín Penina.
Cabe marcar que también se pasó frente a las residencia que fuera de la familia Meiners y la que hoy es la Casa de la Cultura Arijón, la única de las mansiones que levantara Arijón que al presente sigue en pie, tras haber sido, entre otros destinos, cuartel de bomberos, sede de la Escuela de Policía e instituto de detención de menores, y en algún momento haberse pensado en su demolición.
Acompañó todo el recorrido el director del Museo de la Ciudad, Ricardo Valquinta, al igual que el historiador barrial Ernesto Aguirre.