19/04/2025
A veces entrenás tan fuerte que apenas podés pararte. Te caés, te levantás, te caes, te levantás, repetís la misma técnica mil veces hasta que se te fatiga el cuerpo. Y sin embargo… llega el día de "demostrar", y no siempre se da. No ganás. No subís al podio. Sentís que todo ese esfuerzo fue en vano.
Pero ahí es donde aparece la diferencia. Ahí es donde se separan los que solo quieren una medalla, de los que realmente viven el camino.
¿Conoces a Ippo? Protagonista del anime "Espíritu de Lucha". Este muchacho iba a la escuela, trabajaba en el puerto y ayudaba a su madre en la casa. El no era el más talentoso. No empezó con ventaja. Lo único que tenía era corazón. Y cada caída fue una oportunidad de levantarse más fuerte. Entrenaba cuando nadie lo veía. Sufría en silencio...pero nunca dejó de avanzar. Su lucha no era solo contra los rivales… era contra él mismo.
En el jiu-jitsu es igual.
No todos los que se rompen el lomo en el tatami son recompensados enseguida. Pero todos los que se vuelven verdaderos guerreros, todos los que impactan, todos los que inspiran… han pasado por el fuego del esfuerzo invisible.
Ese esfuerzo que no da likes, ni aplausos, ni trofeos.
Pero que construye algo mucho más grande: el carácter.
Y vos, que entrenás cada día, que caés y seguís volviendo… ya sos parte de esa historia.
Como Ippo. Como los que no se rinden. Sigue moviéndote. Oss.
Practicante de Jiu-Jitsu gracias por leer este post.
Nahuel Villegas.