
12/07/2025
Ser madre y a la vez sanar a tu niña interior 💖
Querida yo, mi niña:
Te veo.
Te siento.
Sé que muchas veces te sentiste sola, confundida, asustada.
Sé que llorabas esperando que alguien viniera a consolarte, a decirte que todo iba a estar bien.
Y muchas veces no vino nadie. Y eso dolió. Mucho.
Sé que todavía esperás que alguien te cuide, que te abrace fuerte y te diga: “no pasa nada, yo te cuido”.
Y hoy vengo a decirte eso.
Hoy estoy acá para vos. Yo. Tu adulta. Tu mamá interna.
No tenés que seguir gritando por atención.
No tenés que pelear para que te amen.
No tenés que volverte chiquita cada vez que tenés miedo.
Te amo. Te veo. Te abrazo. Y prometo que de ahora en más voy a estar para vos.
Te voy a cuidar.
Te voy a dar palabras dulces.
Te voy a respetar.
Y cuando sientas que nadie más lo hace, yo voy a ser la primera en no abandonarte.
No sos una carga.
No sos demasiado.
No estás sola.
Sos valiosa, merecés amor, ternura y presencia.
Y aunque tu entorno no siempre pudo darte eso, yo sí puedo y quiero aprender a hacerlo.
Gracias por esperarme.
Gracias por seguir viva dentro mío.
Gracias por resistir.
Ahora podés descansar un poco… yo me hago cargo.
Te amo, chiquita mía.
Con todo mi amor,
Tu yo de hoy.
¿Te gustaría que compartamos más espacios para sanar juntas?