19/05/2024
Relatos inesperados, en la 91.3 FM, Radio Escolar Selva, hs. 20.00. de esperas y esperanzas
Nuestro pueblo está acostumbrado a esperar.
Latinoamérica toda lleva siglos esperando, siempre postergada, siempre esperando un futuro que no termina de llegar.
Decía Aristóteles que la esperanza es el sueño de los despiertos, será por eso que nuestros mayores soñaban con los ojos bien abiertos.
Nuestros queridos “viejos” fundaron clubes, cooperadoras, cooperativas, sociedades de fomento, peñas, bibliotecas… querían para nosotros y para nuestros hijos un mundo mejor que el que a ellos les había tocado.
Y hacían cenas, reuniones, bailes, rifas, kermeses para recaudar los fondos que permitirían a todo el barrio vivir un poco mejor o menos mal.
Porque creían que no servía salvarse solo.
A la distancia recuerdo la alegría de todos los vecinos cuando pasó el pavimento, o cuando cambiaron las pocas luces de la esquina por nuevas luminarias.
En muchos casos no llegaron a verlo o disfrutarlo pero igualmente lo hacían.
Tal vez porque miraban a la naturaleza y sabían que antes de la cosecha está el sereno tiempo de la siembra.
Sabían esperar.
Y sabían que, si hay que esperar, más vale esperar cantando.