11/12/2025
📌Santiago del Estero | MADRE E HIJA JUNTAS HASTA LA META: LA HISTORIA DE SUPERACIÓN QUE CONMOVIÓ A LA REGION
La comunidad de San Pedro de Guasayán celebró una historia que inspira, Nahiara Selene Trejo y su mamá, Patricia Veliz, se recibieron juntas de la Tecnicatura Superior en Tecnología de los Alimentos en el IES Santa Rosa, Anexo Bañado de Ovanta.
El logro tiene un valor especial, marcado por años de esfuerzo, viajes largos y desafíos que para la mayoría serían difíciles de atravesar.
Todos los días recorrían 25 kilómetros para llegar a clases. Sin transporte público y sin vehículo propio, dependían de traslados particulares que costearon de su bolsillo. Cuando no conseguían quién las llevara, recuperaban contenidos gracias a la predisposición del cuerpo docente, que se organizaba para que ninguna quedara atrás.
Pero detrás de esa constancia hay una historia aún más profunda. Nahiara convive desde pequeña con una enfermedad poco frecuente, el síndrome de Vann Dar Knap, y hace tres años fue sometida a una intervención que la volvió electrodependiente y la obligó a vivir con traqueotomía. A esto se sumó la pérdida progresiva de la visión, lo que convirtió cada estudio, cada apunte y cada examen en un desafío enorme. Aun así, nunca renunció a su objetivo.
Patricia acompañó siempre a su hija en la escuela primaria y secundaria. Pero esta vez, el destino las puso una al lado de la otra en el aula. Compañeras de clase, de trabajos y de finales. “Estoy orgullosa de ser parte de su formación”, expresó Patricia.
Las palabras de Nahiara, llenas de esperanza y madurez, resumen su espíritu:
“Mi mensaje es que no se rindan, que sigan estudiando y luchen por sus sueños”.
Julio César, padre de Nahiara, fue quien cargó día tras día los equipos médicos, la silla, y esperó horas fuera del aula en jornadas de frío, lluvia o calor. Los vecinos que podían colaborar con los viajes también fueron parte silenciosa de este logro.
A pesar de no contar con internet en su casa, nunca se detuvieron. Patricia le leía todos los materiales y Nahiara estudiaba de memoria, con una capacidad que sorprendía incluso a los profesores, quienes adaptaron los contenidos para acompañarla mejor.
Ahora que ambas recibieron su título, Nahiara ya mira hacia adelante. Sueña con estudiar abogacía y con tener su propio emprendimiento de pastas frescas. Patricia, entre risas, reconoce: “Yo le diría que descansemos un poco… pero ella va por más”.
Esta historia es un recordatorio de que el compromiso, la fe y el amor familiar pueden derribar obstáculo.