19/09/2025
                                            Todos los 19 de septiembre en la Argentina se conmemora el Día Nacional de las Personas Sordas, en recuerdo de la sanción de Ley 1.666 que significó un antes y un después en el avance de la lucha por sus derechos  a una mejor calidad de vida. 
Aunque en la actualidad parece imposible de pensar, durante siglos los paradigmas científicos y filosóficos en torno a los sordomudos los consideraban personas “anormales”, que en muchos casos debían ser internados en neuropsiquiátricos o aislados de la sociedad en contextos de encierro.
Por eso la normativa fue revolucionaria en aquel entonces debido a que tenía como fin “enseñar a los sordomudos a usar la palabra puesto que si no permanecerán en un estado de incapacidad moral e intelectual”, y de esta manera se dio lugar a la creación del primer Instituto Educativo Nacional para Sordomudos en 1885. 
Cuando se comenzó a pensar en una educación especial, la metodología que predominó estaba enfocada en la oralidad, y se restringía e incluso se prohibía la comunicación a través de señas
Esta corriente de pensamiento venía de Italia y fue la base para la creación del Instituto, propuesto por el médico y legislador Antonio Terry, padre de tres hijos sordos. 
Terry fue el que promovió la fundación de la primera organización formal de los Sordos argentinos, la “Asociación de Sordomudos de Ayuda Mutua”, de la que fue presidente durante 25 años. Sancionada la ley, la escuela comenzó a funcionar sólo para varones. El primer director del instituto, el maestro italiano Serafino Balestra, que implementó la metodología oralista en América latina. Lo sucedieron sin cambios los médicos argentinos Garañao y Facio.
En 1897 se creó una sección para niñas. Esa separación física influyó en el proceso de desarrollo del que terminó siendo la Lengua de Señas Argentina (LSA), modalidad que los alumnos practicaban a escondidas en recreos o de noche, porque estaba prohibida.
Actualmente, el lenguaje de señas se constituye como la forma más eficaz que utilizan para comunicarse e interactuar quienes presentan sordera. Sin embargo, fue un largo camino hasta que se instaló como una lengua oficial.
Nacho Arrospide