
29/07/2025
/ EL POSTERGADO Y EXIGUO AUMENTO SALARIAL DE QUINTELA PARA LOS ESTATALES DE LA RIOJA GENERA INDIGNACIÓN
En junio una familia riojana de cuatro miembros necesitó $1.161.000 para no caer bajo la línea de pobreza, esto sin tomar en cuenta el costo del alquiler. En tanto, a esas familias les hizo falta reunir ingresos por $509.00 sólo para alimentos y para mantenerse en el umbral de la indigencia. Los datos corresponden a un estudio mensual que hace el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) junto a organizaciones sociales en los barrios populares de la ciudad Capital de La Rioja, relevando precios en comercios de cercanía.
Ricardo Quintela, quien va por su segundo mandato en la provincia y pretende que el quintelismo se asiente en la misma por mucho más a través de sus sucesores, como la vicegobernadora Teresita Madera o el intendente Armando Molina, vino esquivando dar respuesta al reclamo urgente de aumento salarial por parte de los trabajadores estatales, lo hizo eludiendo la cuestión por meses -pese al hambre, la miseria, la escasez en sus diferentes grados- y refugiándose en múltiples excusas: casi todas por no decir absolutamente todas tienen como centro la compleja situación a nivel país y el supuesto 'castigo' de Milei a una provincia que, sin embargo, lo votó por amplia mayoría y en gran medida todavía lo apoya como presidente.
A estas alturas del debate, acaso ya ha quedado clara la intención del veredicto de las urnas en 2023: no sólo evitar de la manera que fuera que persistiera y profundizara el brutal desastre que hizo Unión por la Patria esta vez con la cara de un ajustador de derecha y favorito del FMI como Sergio Massa, sino poner un límite extremo y preciso, aquí, en La Rioja, a Ricardo Quintela, el instinto de resguardarse ante un conjunto de inequidades fácilmente palpables para que no siguieran expandiéndose y apagando cualquier posibilidad de ilusionarse con un futuro diferente: esos discursos que enaltecían banderas de políticas públicas en pos de la igualdad y la empatía, mientras peor se distribuían los recursos, hasta los asalariados más estables caían indefectiblemente en la pobreza, y los ricos, o los "pícaros" con poder de siempre (la misma CKF así lo señaló), se hacían cada vez más ricos, más poderosos, constituían la "casta privilegiada" a la que podía verse ostentando cruceros y viajes a destinos paradisíacos, mansiones, negocios, camionetas, celulares de altísima gama... Más abultadísimos patrimonios difícilmente justificables para alguien cuyo mayor salto de crecimiento personal fue llegar a convertirse en un "servidor público".
Algunos analistas ponen en tela de juicio la categoría de "pobrismo" con el que identifican a proyectos políticos como el de Quintela. No llega a ser ni siquiera una oposición al capitalismo, y por el contrario, se lleva muy bien con las estrategias que emplea una clase dominante para conservar su hegemonía: es decir, se corresponde y alinea con las tendencias ideológicas de derecha, más o menos disfrazadas, desde las moderadas hasta las más extremas. Para estos analistas "el pobrismo" tiende a camuflarse a veces con colores de la doctrina social de la Iglesia, pero no está ahí su origen ni la realidad de su propósito. Más bien es "una perversión de dicha doctrina que no apunta a mejorar las condiciones de vida y sacar de la pobreza a quienes la padecen, sino a mantenerlos en ella. Es una ideología que sirve a la perfección a quienes buscan manipular, como masa de maniobra, a amplios sectores de la población, con acciones o medidas propias de los neopopulismos".
▪️¿Hay una dirigencia del pobrismo en La Rioja?
Cabe la pregunta cuando los funcionarios satélites de Quintela o el mismo Gobernador, al tiempo que eluden por meses otorgar mejoras salariales concretas, o cuando las que anuncian ni siquiera llegan a ser verdaderas mejoras, sino que esos insuficientes incrementos son arrojados casi como migajas que caen de la torta, preparan el terreno y recurren en más de una ocasión a reforzar a través de medios de comunicación justificativos que no sólo apuntan a una Casa Rosada de signo político contrario, sino a que -menos mal- en La Rioja no hay despidos y aunque los sueldos son "chicos" se mantiene una estabilidad generosa.
El viejo sometimiento al "gracias a Dios no perdí el trabajo", gracias a los señores benevolentes, cuando el trabajo estable es un derecho adquirido que no debe estar bajo el arbitrio autoritario de nadie. Sobre todo, no en manos de aquellos que se jactan a los cuatro vientos de que a "ellos" el ajuste de Milei no los afecta, porque "ellos" sí lo pueden pagar. Los pobrecitos son los otros, precisamente, esa mayoría de la ciudadanía gobernada desde hace décadas por esa misma casta política, la cual ha ido adquiriendo con el tiempo innegables ribetes de casta político-sindical-empresarial, en suma, oligarquía, donde los primeros beneficiarios son sus propios entornos cada vez más amplios.
▪️"A pesar del feroz ajuste de Nación", cantinela que por repetida dudosamente haga ya algún efecto, Quintela informó que se otorgará recién con los haberes de agosto, es decir, a pagar en septiembre, "una mejora salarial (NdR: ¿?) que, en las categorías más bajas de la Administración Pública Provincial, alcanza un 16%, superando el dato inflacionario y multiplicando por 16 el techo del 1% que propone Nación". Para esto, al parecer, el "dato inflacionario" -caballito de batalla de Milei que tanto se ataca a través de propaladoras de medios oficialistas locales que hoy siguen uno a uno los aumentos de precios y ejercen lo que antes era "tóxico"- no parece ser objeto de discusión o puesta en duda: es incuestionable y válido por su rigurosidad (sarcasmo mediante). Y lo del 1% supuestamente "propuesto" (¿A quien, justamente, a Quintela, que hace rato tiene a los estatales muy abajo de la línea de pobreza?) se basa también en argumentos que suenan parecidos: necesidad de sostener una enorme masa de trabajadores y trabajadoras con sueldos "chicos" pero "estabilidad" laboral.
La medida incluye una suma fija no remunerativa de $80.000 y "un 4,5% de aumento al salario básico". Sí, un 4,5% de aumento al básico. Lo de más sigue siendo parte de las sumas fijas que abultan salario de los estatales, algo de lo cual los sindicatos y los mismos trabajadores reniegan por lo bajo. Estas sumas fijas, de salida de emergencia que se vuelve permanente, suelen ser consideradas un retroceso en los derechos y conquistas laborales.
El piso salarial, con la suma adicional de la Quincenita incorporada, llega apenas a $639.000. Se insiste así en lo que viene sucediendo pese a la grave situación que se atraviesa y que "ellos" mismos reconocen: el piso salarial de las categorías más bajas cubre casi el 50% de una Canasta Básica Familiar y se encuentra más cerca del umbral de indigencia que del umbral de pobreza. Y habrá todavía diligentes "justificadores" que saldrán a pregonar que se contemple que en los hogares por lo general entran dos sueldos estatales. Sigan acomodando datos a su gusto, total, la realidad está ahí para recortarse: lo cierto es que de una ya de por sí pobrísima base de $560.000, porque desde ese irrisorio monto arranca el aumento en La Rioja, se pasa a casi $650.000 (categoría 15 de la APP).
Para más escándalo, al personal de "los vinculados al Estado", trabajadores que estarían en negro a través de modalidades como "programas, becas y tutorías" y son los más vulnerables, los que pueden perder esos "beneficios" de un plumazo, los que menos cobran por tareas muchas veces realizadas a la par de otros que están cómodamente en planta, esos, cobrarán en septiembre una "mejora" de $40.000. ¿Cuánto gastan los "señores" en la cena de una sola noche a la luz de las abundantes lucecitas con los que se adornan los muchos atractivos y pujantes bares y restaurantes de la ciudad en las que "ellos" pululan y festejan tan distraídamente?
"Sabemos que este no es el aumento que quisiéramos dar, pero también sabemos que es el máximo esfuerzo posible en este escenario", afirma Quintela en su anuncio. Asegura además que esta decisión no fue unilateral, sino que "fue consensuada con los gremios" y que busca "defender el poder adquisitivo de los trabajadores riojanos". Finalmente se ataja diciendo que "este aumento no es un gesto simbólico".
▪️En plena campaña "simbólica" para proyectarse a nivel nacional y posicionarse como posible conductor del PJ a nivel nacional, disputando con su propia líder Cristina Fernández de Kirchner, y aglutinando tras de sí a los albertistas que se negaban al ostracismo político, a algunos massistas con rostro de piedra, y a personajes como Guillermo Moreno, que ofrece lecciones sobre como manejar la inflación, o a Juan Grabois, que ya no sabe que campaña agresiva inventar para tapar sus propias contradicciones en defensa de los pobres, Quintela aseguraba que la Provincia venía en 2024 con superávit financiero y que contaba con "un fondo para afrontar este proceso difícil", el cual era "producto de una buena administración de nuestra gente de Economía".
Si a Milei se le recrimina pretender "superávit" o "equilibrio fiscal" y "déficit 0" en base al "feroz ajuste" y "la crueldad" hacia aquellos sectores de la sociedad que más lo necesitan. ¿Qué pueden decirnos los mismos sobre el régimen que en La Rioja encabeza Ricardo Quintela cuando la desigualdad, la brecha entre ricos muy ricos y pobres muy pobres, y el progreso asegurado sólo para "ellos", es tan pero tan evidente en la provincia? ¿Tendremos que volver a revisar la noción de pobrismo, o de distribución y acumulación de la riqueza? ¿O basta con seguir tapándose ojos y oídos sólo por conveniencia?
El ministro de Hacienda de Quintela, Jorge Quintero, anticipa ante la prensa que "se vienen meses muy duros para todos".
"Para todos", he ahí la cuestión, el punto radical del hartazgo en mayorías de la sociedad, cansadas de que les mientan, de que las subestimen, de que las arreglen con alguito para hoy, pero sin futuro para mañana. En pocas palabras: que con versos las posterguen. Nunca el "para todos" fue de veras "para todos". Siempre hubo, hay y todavía habrá un grupo de "ellos" dominante y privilegiado. Ese "ellos" cuyos beneficios al mando del Gobierno y la hegemonía de clase superan con creces los aumentos salariales en distintos terrenos, ese "ellos" que "todo" puede pagarlo, sin afectarse, como lo reconoció el mismo Quintela en un discurso de este año. Para "los otros", para esos la receta decadente sigue igual: es el pobrismo, o bien el conformismo amenazante, o peor aún volver a creerles y confiarles para que "ellos" sigan y otros como "ellos" vuelvan aún por más.
Redacción 📎
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