02/07/2025
Cuando experimentaste una conexión profunda con Dios, tuviste una experiencia significativa con Él, pero eventualmente dejaste de sentir Su presencia después de uno, dos o tres días, y te fuiste distanciando cada vez más, hasta el punto de olvidar el número de días transcurridos. En consecuencia, necesitarás llenar tu vida de diversas actividades tratando de replicar la conexión con Dios. Tu espíritu quedará vacío y tu alma necesitará ser satisfecha para no percibir ese vacío. Salir, viajar, comprar, estudiar, comer, emprender, consumir excesivamente, tener relaciones sexuales con quien sea, refugiarte en la música, practicar deportes intensamente... Cada vez más tiempo, cada vez más lejos, cada vez más costoso. Se trata de una espiral que no se puede detener y el final siempre es el mismo: necesitar cada vez más de esas cosas que tu alma utiliza para tratar de hacerte olvidar lo que en verdad necesitas, porque todo eso es solo temporal, ya que nada puede llenar un corazón diseñado para el cielo.