15/12/2025
EL OTRO 95%: ESE TERRITORIO SILENCIOSO QUE EL MARKETING NO MIRA
Hay una verdad que late detrás de cada clic, de cada anuncio que se despliega como un destello fugaz en la pantalla: la mayoría de la gente no está lista para comprar. Apenas un 5% atraviesa ese umbral inmediato; el resto camina por un pasillo más lento, más humano, donde la decisión se cocina a fuego bajo. Y, aun así, tantas marcas siguen obsesionadas con el ahora, con ese rendimiento que promete urgencia, pero rara vez construye futuro.
Lo paradójico es que el crecimiento nace en ese 95% ignorado, en quienes todavía no necesitan nada, pero ya están mirando —aunque no lo digan— qué marcas se toman el tiempo de permanecer.
Branding: el oficio de quedarse en la memoria
Las campañas de performance sirven, claro. Pero no reemplazan esa tarea casi artesanal de levantar una marca ladrillo por ladrillo, hasta convertirla en una presencia que acompaña incluso cuando nadie busca nada.
Ahí está el verdadero trabajo: habitar la memoria antes de que aparezca la necesidad, no perseguir conversiones como quien corre a un tren que no va a esperar.
El branding funciona cuando es paciente, cuando abraza la coherencia en lugar de las urgencias que marean.
El daño de cambiar por cambiar
Muchas marcas se pierden en un vaivén de colores nuevos, eslóganes que duran un trimestre y promesas reescritas con ansiedad.
Pero la identidad no es un disfraz: cambia poco, respira lento y se fortalece cuando no se reescribe cada vez que sopla una tendencia. Cada alteración injustificada erosiona lo ya ganado, como si se borrara el eco de una voz antes de que alguien pudiera reconocerla.
Calidad, experiencia y esa chispa que deja huella
Una marca se sostiene tanto en lo que dice como en la manera en que lo entrega: un diseño cuidado, un canal que refleja calidad, una experiencia que huele a detalle.
Y, por encima de todo, la valentía de arriesgar ideas que incomodan, porque lo tibio no deja marcas en la memoria.
Pensar lejos para crecer hoy
Volver a mirar el largo plazo ya no es idealismo: es supervivencia.
Las marcas que prosperen serán las que encuentren el equilibrio entre vender hoy y construir sentido para mañana. El resto seguirá hablando solo al 5%, mientras el verdadero futuro se decide en silencio, en otra parte.
𝗜𝗺𝗮𝗴𝗲𝗻 𝗴𝗲𝗻𝗲𝗿𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗔𝗜