07/07/2025
Una biblioteca popular celebró 30 años de fomento a la lectura
La “Obras Sanitarias” celebró sus tres décadas con el barrio que la acobija como un refugio para la literatura, la cultura y el encuentro. Hubo talleres, sorteos, música y libros.
Desde hace tres décadas, el barrio Obras Sanitarias de Villa Mercedes tiene una trinchera para proteger a la literatura en la batalla por el fomento de la lectura. La biblioteca popular (también denominada Obras Sanitarias) cumplió 30 años y lo celebró con aquello que más sabe generar: una jornada llena de cultura, diversión y, por supuesto, libros.
El aniversario de la fundación fue, en realidad, el 3 de julio. Pero la comisión directiva esperó hasta el fin de semana para tener una celebración más extensa en tiempo y también un poco más cálida. Porque después de una semana con temperaturas bajo cero, la tarde del sábado prestó un poco de alivio con algunos grados extra.
Ese fue el escenario ideal para que los voluntarios y los vecinos aprovecharan el coqueto patio del centro cultural, que está ubicado en Amaro Galán 652. Entre las principales actividades, hubo talleres de elaboración de pastas realizado por la cooperativa Lacitos de amor, con la que la biblioteca mantiene un convenio de colaboración. También hubo una propuesta de reciclado, con la confección de atrapasueños; los más pequeños pudieron realizar decoraciones y manualidades para llevarse a sus casas; y los integrantes de las clases de Cómics e Historietas ofrecieron algunas pautas para crear un guión y llevarlo a las viñetas.
Lógicamente hubo espacio y tiempo para la lectura. “Presentamos todos los ejemplares que trajimos de la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires en mayo”, contó Irina Casini, la secretaria de la institución.
Además, hubo música, sorteos de productos de la biblioteca y de otros que fueron donados por comercios; también pusieron a disposición los juegos de la ludoteca para que las familias disfrutaran del jenga, rompecabezas, ajedrez, entre otros. En definitiva, fue una tarde de festejo ambientado con la idea de un cumpleaños infantil, con alimentos de copetín, chocolate y torta.
“Siempre tratamos de transmitirles a las nuevas generaciones que se van sumando, el agradecimiento a las personas que fundaron y pensaron este espacio para que sea un lugar de encuentro para toda la gente del barrio”, agregó la joven, que ha transitado prácticamente la mitad de los años de la historia de la institución.
La iniciativa de tener una biblioteca propia nació en 1995, cuando el dúplex Nº 86 de la manzana C que pertenecía a la familia Martínez comenzó a albergar cientos de libros que todavía ocupan los estantes. Con el paso del tiempo, formaron una comisión vecinal y adquirieron el terreno actual, para crear un lugar de intercambio cultural.
El edificio fue construido, ladrillo por ladrillo, por los propios vecinos y voluntarios. Y ese es el mismo espíritu que los guía hasta la actualidad: un lugar de puertas abiertas y de decisiones compartidas.
“Siempre volvemos a respetar la idea inicial, de quien cuidó y gestó a lo que hoy llamamos nuestra biblio. Esa línea con la que fue pensada era poder prestar libros al barrio, a la comunidad, que sea una institución abierta e independiente. Que sea todo a pulmón desde el voluntariado da cuenta de que se hace desde el corazón, de quienes están ahí lo elijen”, afirmó Casini.
Y agregó: “Es lindo poder decir que una organización popular lleva 30 año de vida y que el único momento en que estuvo cerrada fue en la pandemia por razones de fuerza mayor. Pero el resto del tiempo siempre hubo gente queriendo tener un espacio para compartir la lectura”.