26/09/2025
MUSEO “ANÍBAL GREGORET”: HACIA LOS 45 AÑOS
Los Güller en el norte santafesino
Por ALFREDO RUIZ DÍAZ
En el camino hacia nuestros 45 años de vida como museo, nos hemos encontrados con muchísimas historias familiares inéditas, como otras publicadas, pero no tan conocidas. Tuvimos el agrado de comunicarnos y conocer a descendientes de las familias pioneras que poblaron nuestra zona cuando ésta era aún un territorio inhóspito, de clima caluroso y peligros constantes que hicieron de esta acción colonizadora una hazaña admirable.
Uno de los primeros contingentes de europeos que acompañó a nuestro fundador, Don Manuel Ocampo Samanés, estaba conformada por familias provenientes de Suiza y Francia. Poco se sabe de sus vidas y de sus sacrificios, pero sin lugar a dudas, esta aventura no les resultó fácil. Muchos abandonaron el lugar debido a los peligros de la naturaleza agreste, a los asaltos de las tribus aborígenes que aún deambulaban por la zona, o quizás, simplemente porque no soportaron las exigencias de tremendo desafío. Pero otros se quedaron, y junto a quienes llegaron provenientes de provincias vecinas, hicieron de esta región salvaje, tierras productivas con bases en la agricultura, la ganadería y la industrialización.
En la búsqueda de información sobre estos inmigrantes europeos, llegó a nuestras manos la historia de una Familia Suiza, los Güller, quienes, gracias a su trabajo como empleados de La Forestal, recorrieron la región del chaco austral dejando un riquísimo testimonio fotográfico, que ejemplifica cómo era la vida de los inmigrantes a fines del siglo XIX y comienzos del XX. Desde las páginas del libro “LORENZO GÜLLER, LA MIRADA DE UN INMIGRANTE FOTÓGRAFO”, su tataranieta M. Carolina Ulens, nos cuenta:
A mediados del siglo XIX arribaron desde Suiza Lorenzo Güller y Elisa Bichsel, quienes se conocerían en nuestro país y formarían una familia. Elisa y Lorenzo se casaron en Esperanza, y luego se radicaron en Reconquista. Tuvieron seis hijos, cuatro mujeres y dos varones. Sus nietos y bisnietos han guardado con amor y esmero muchos objetos de sus antepasados. Entre ellos se conserva un importante archivo fotográfico familiar que nos brinda hoy ricas imágenes de la vida cotidiana en aquellas tierras tan diferente a la suiza natal, vistas inmersas en territorios exuberantes, climas agobiantes, serpientes, felinos salvajes y el asiduo contacto con los aborígenes. Una tierra que exigió de arduo trabajo y firme convicción pionera. En esas fotografías quedaron registradas para siempre imágenes del encuentro, contrastantes escenas en las que se unen a miles de kilómetros de distancia las tradiciones suizas y las locales y donde abundan descriptivas del trabajo, la incipiente infraestructura industrial y portuaria, la vida familiar y las relaciones sociales.
Lorenzo Güller fue uno de esos pioneros que, con un inquebrantable deseo de superarse, forjaron su destino y el de sus familias, formando parte en el proceso de desarrollo del norte de la Provincia de Santa Fe. Nació en 1858 Hüttikon, una pequeña aldea del Cantón suizo de Zurich. Llegó al puerto de Buenos Aires en un barco a vela en 1879 y con incipientes ahorros adquirió caballo, montura, escopeta y munición para incursionar al norte del río Salado, en un viaje de exploración y aventura. Se afincó en Colonia Esperanza, el primero de los asentamientos de este tipo en el país. Allí se empleó durante un año en la reconocida empresa Schneider, dedicada a la venta de maquinaria agrícola. Volvió al año siguiente a la Capital donde trabajó en una fundición. A su retorno a Esperanza conoció a quien sería su esposa.
Elisa Bichsel nació en 1863 en Bargen, Cantón de Berna y arribó en 1880 a Santa Fe con su familia como parte del grupo que fue solicitado por Francisco Benitz, el promotor de Colonia Espín, paraje del actual Departamento Vera. Elisa contrae matrimonio con Francisco Benitz en Buenos Aires en junio de 1881. De regreso en Colonia Espín, enviuda al ahogarse su marido en un arreo cruzando el Río Salado. Luego de surgir problemas con su familia política, se muda a Colonia Esperanza donde conoce a Lorenzo Güller. La nueva pareja se casa se afinca luego en Reconquista. Allí nacieron sus hijas Irma, Gertrudis, Ines y Aneli y sus hijos Alfredo y Lorenzo.
Güller trabajó en la Provincia de Santa Fe como emprendedor individual o asociado, prosperando o entrando en quebranto sucesivas veces. Se dedicó a la producción ganadera y a la explotación de un almacén de ramos generales y un bar o café en las mencionadas localidades de Esperanza y Reconquista. Las vicisitudes económicas lo impulsaron finalmente a emplearse como corredor en la compra de quebracho para la extracción y comercialización del tanino con los señores Harteneck, socios fundadores de la Empresa La Forestal. En ese empleo fue trasladado a la explotación en desarrollo en Ramal del Rey y comisionado en el año 1904 en la Colonia Florencia, fundada por Lord Lonworthy. Registros de este asentamiento y su entorno son muy abundantes en el archivo fotográfico familiar. CONTINUARÁ.