
29/06/2025
Anoche fue más que una fiesta… fue el final perfecto de una travesía que quedará marcada por siempre en mi corazón.
Aún me cuesta encontrar las palabras para expresar todo lo que siento. Después de tantos años alejado de la música, Colmena me devolvió el fuego, la pasión y el sentido de cantar con el alma. Y no podía haber soñado un mejor cierre que el de anoche: una noche mágica, llena de energía, emoción y cariño.
Este viaje me regaló la posibilidad de compartir escenario con músicos de un talento inmenso, pero sobre todo con personas de una calidad humana que admiro profundamente. Gracias Miguel, por esas guitarras que hablan; Jhonny, por tu alma en cada tecla; Jaime, con tu ritmo incansable y ese espíritu alegre; Pedro, con tu fuerza y entrega detrás de los tambores; y por supuesto Fernando Coron, el pequeño gigante, el amigo que creyó en mí y me abrió las puertas de esta historia.
Gracias a ustedes, Colmena se convirtió en una familia para mí.
A todos quienes nos siguieron durante estos casi dos años, gracias de corazón. A los que corearon nuestras canciones, bailaron nuestras cumbias, celebraron con nosotros en cada presentación. Y en especial, gracias al Spanish Club WA, nuestro segundo hogar, La Casa de la Cumbia en Perth, por ser testigo y cómplice de tantas noches inolvidables.
Hoy me despido, pero me voy lleno. Me voy con la certeza de que este capítulo fue único e irrepetible. Me voy sabiendo que la música seguirá sonando fuerte con Colmena, como lo ha hecho por más de 33 años.
Este no es un adiós. Es un “hasta siempre”. Y donde sea que esté, la cumbia seguirá latiendo en mi voz y en mi alma.
Con gratitud infinita,
Ricardo Vásquez