16/05/2025
Dios pagó, con la vida de su Hijo, el más alto precio que se puede pagar. Jesús aceptó nuestro castigo, pagó el precio de nuestros pecados, y luego nos ofreció una nueva vida que nos compró con su muerte.
Cuando predicamos el evangelio a otros, nuestro amor debe de ser como el suyo, y estar dispuestos a renunciar a nuestra comodidad y seguridad para que otros reciban el amor de Dios como nosotros.
///Desde lo más alto de Camiri, desde el imponente Sararenda, transmite radio TEMBIPE EN 90.7 FM; proclamando la palabra de Dios, la palabra que transforma VIDAS///