
04/08/2025
EL EJÉRCITO DE BOLIVIA RINDE HOMENAJE MUSICAL A LA VIRGEN DE URKUPIÑA EN UNA NOCHE INOLVIDABLE
Quillacollo, 3 de agosto de 2025 (El Eje).- Bajo la mirada maternal de la “Mamita de la Integración”, la banda militar de música del Ejército de Bolivia ofreció anoche una retreta de gala profundamente emotiva y patriótica, en el atrio del templo de San Ildefonso de Quillacollo, como parte de los actos de la Festividad de Urkupiña 2025 y en homenaje al Bicentenario de la independencia de Bolivia.
El evento comenzó con la imponente Marcha del Bicentenario, seguida de una conmovedora interpretación de la Canción a Urkupiña junto al reconocido grupo Surimana, generando una ovación del público que llenó la histórica Plaza Principal.
La noche se llenó de magia con un repertorio que incluyó ritmos incásicos, fox, morenada, caporales, salay, tinkus y tobas, logrando una perfecta fusión entre la solemnidad militar y la riqueza del folklore nacional.
EN HONOR A LA “MAMITA”
La retreta se ha consolidado como una de las actividades más esperadas de la festividad. Por cuarto año consecutivo, se llevó a cabo gracias a la organización y auspicio del Ministerio de Defensa, a cargo del ministro Edmundo Novillo, quien ha impulsado esta expresión cultural en coordinación con autoridades municipales y eclesiásticas.
La solemnidad del acto estuvo acompañada por la presencia de miembros del Alto Mando Militar, autoridades locales, invitados especiales y centenares de feligreses que, con pañuelos blancos en mano, aplaudieron de pie cada interpretación.
“La retreta a la Virgen de Urkupiña no es solo un acto musical. Es una expresión profunda de fe, identidad, unidad y compromiso con nuestras tradiciones y nuestro país”, manifestó con orgullo Samuel Pereira, coordinador del Ministerio de Defensa, quien también destacó el éxito y la impecable organización del evento.
HISTÓRICA RETRETA DEL BICENTENARIO
La retreta 2025 no solo rindió homenaje a la Virgen de Urkupiña, sino que también se convirtió en un símbolo de integración nacional y espiritual, enmarcada en los actos oficiales del Bicentenario de Bolivia. Cada nota musical resonó como plegaria, como celebración de la libertad y como reafirmación de la riqueza cultural del país.
Al cierre de la velada, la emoción fue compartida entre músicos, autoridades y devotos, quienes coincidieron en que “fue una noche divina, inolvidable y profundamente boliviana”, incluso el cielo nos regaló una tenue lluvia.
Con este evento musical y artístico, Quillacollo reafirma su rol como epicentro de fe, cultura y patriotismo, en el corazón del Valle Bajo.
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