30/04/2025
LA “ESCUELA” DE TENTAYAPE
(APC Bolivia. Santa Cruz). Trabajando en un espacio de creación colectiva de mensajes para la radio CIDOB, junto a un grupo de comunicadores chiquitanos, guaraníes, guarayos e itonamas, en la sede de la CIDOB de la ciudad de Santa Cruz, se propuso producir un programa de radio referido a la actual situación de la comunidad de Tentapaye, la última casa, de la cultura guaraní simba. En la tarea de investigar sobre esta comunidad, el comunicador chiquitano Nicolás Ipamo, nos compartió una publicación del escritor y entrañable amigo David Acebey y nos acercó a su valioso trabajo sobre la nación guaraní.
Indagando mucho más, encontramos en su portal de Facebook una interesante publicación del año 2019 con el título que adoptamos prestado para esta nota, que hace referencia a uno de los elementos fundamentales que sustenta la forma de vida y la decisión asumida por esta comunidad de cerrar el paso a la denominada “modernidad” a la que las demás comunidades indígenas inevitablemente han sucumbido.
Nos pareció importante compartir esta publicación y ampliar su difusión, por la riqueza y vigencia de lo que recopiló el autor, por lo que lo transcribimos a continuación de manera completa y les invitamos a leerla, con el permiso de nuestro amigo David.
LA “ESCUELA” DE TENTAYAPE
No conocemos otro caso donde una comunidad haya recurrido al analfabetismo para sobrevivir al embrutecimiento de los racistas. Pero aclaremos: escuela no es sinónimo de inteligencia, ni analfabetismo es sinónimo de ignorancia.
En Tentayape tienen otra escuela. Una “escuela” para la que ni les interesó buscarle nombre. Una escuela alegre y permanente que funciona cuando sueñan con sus dioses para pedirles un animal silvestre. Funciona cuando las mujeres se bañan en las madrugadas antes de llenar sus cántaros, cuando los hombres acarician la tierra, cuando los niños cuidan chivas o buscan leña, cuando se juntan para decidir qué hacer con un enfermo, cuando las mujeres peinan la cabellera de sus hombres por el placer de mimarlos, cuando los abuelos narran cuentos y fábulas de su rica mitología o cuando preparan la bebida de maíz que traerá a los mu***os para que compartan la alegría de las fiestas, porque los que se fueron son la raíz y están presentes en la tierra, en los pájaros o en los árboles que se alimentaron de sus osamentas, para alimentar el círculo de la vida.
DOCTORADOS EN..........
Y estos son algunos de los frutos de la Escuela de Tentayape: allí no hay ladrones, no hay prostitutas, no se pega a los niños, no hay depredadores, no hay alcohólicos, no hay mendigos, no hay divorcios y la solidaridad llega a extremos inconcebibles para los “civilizados”: cuando muere un ava, la comunidad siembra sus potreros para que sus hijos, su viuda y sus padres no pasen hambre. Esa sabiduría les permitió ser diplomáticos, alegres, prudentes y anfitriones de primera con los amigos.
Claro que no son santos. Tienen nuestros mismos problemas. La diferencia es que en nuestra escuela solucionamos diferencias con la ley del más fuerte y en la de ellos recurren a la inteligencia. Pero la Escuela de Tentayape tiene un mérito mayor: no es expansionista.
NIÑOS Y NIÑOS
Veamos una anécdota para aproximarnos a su “escuela”: Una japonesa que había visitado varios países del tercer mundo fue a Tentayape y tuvo un diálogo con Guayari, autoridad comunal que sabía algo del poder económico de aquel país:
—Nosotros tenemos dinero —explicó la japonesa— pero para tenerlo trabajamos mucho. Yo me levanto a las cinco de la mañana para llegar puntual a mi oficina. Luego del trabajo hago mis compras y llego a mi casa cuando mis hijos están durmiendo. No los veo en la mañana ni en la noche y sólo puedo estar con ellos el fin de semana.
—Yo no entiendo la sabiduría de ustedes —dijo apenado Guayari— No entiendo para qué tienes que hacer tanto esfuerzo, para qué trabajas tanto, si ese sacrificio no te da la posibilidad de tener a tus niños en los brazos.
Entonces la japonesa rompió en llanto y se derrumbó, porque durante el diálogo, en el largo diálogo, Guayari tenía a uno de sus nietos en las rodillas.
https://apcbolivia.org/2025/04/la-escuela-de-tentayape/