03/12/2025
Acusado por violación se esfuma del penal de Uncía
El amanecer en Uncía llegó cargado de un silencio inquietante. Roly Antonio Herrera, privado de libertad por un proceso de violación, desapareció sin dejar una sola marca, un ruido, una sombra. Simplemente se evaporó.
La escena descubierta por los custodios del turno matutino parece arrancada de una película de fuga carcelaria: la celda abierta, el catre intacto, el ambiente helado… pero el recluso ya no estaba allí. Y para colmo, el momento elegido para escapar coincide con el relevo de guardia, ese resquicio en el que las rutinas bajan la guardia y donde ahora se sospecha que pudo haber negligencia o incluso una mano interna.
La Policía Boliviana activó la operación “Z”, una señal de alerta máxima. Patrullas, grupos tácticos y unidades de inteligencia se dispersaron como un enjambre por Uncía, Llallagua y las comunidades del norte potosino. Los operativos, según fuentes policiales, buscan a un hombre que podría estar recibiendo apoyo para esconderse en la maraña de caminos y quebradas de la región.
“Las unidades de la Felcc y Tránsito ya están rastrillando toda la zona”, informó la Policía en un comunicado urgente que circuló por redes sociales, generando tensión entre los vecinos que no salen de su asombro. ¿Cómo pudo salir alguien de un penal sin romper una sola puerta?
Herrera, que guardaba detención preventiva por un caso de violación, es considerado de recaptura prioritaria por la gravedad del proceso. Su escape ha encendido las alarmas.