01/05/2025
"Me echaron de la empresa que yo mismo fundé… y aún así, no me rendí: fundé otra mejor."
Desde niño soñaba con construir autos diferentes. No por capricho, sino por convicción. Estudié ingeniería y trabajé para Karl Benz, el pionero de los automóviles.
Con esfuerzo, fundé mi propia empresa: Horch & Cie.. Todo iba bien… hasta que los inversores decidieron que ya no me necesitaban. Me sacaron de mi propia creación.
Me sentí traicionado, humillado, pero no vencido. La ley me prohibía usar mi apellido en otra marca… así que busqué inspiración en el latín: “Horch” significa “escucha”, y en latín eso es Audi".
Así nació mi nueva empresa. Sin recursos, pero con todo el conocimiento y el coraje acumulado. Empezamos a competir, a innovar… y poco a poco, a ganarnos un lugar entre gigantes.
La crisis económica de los años 30 nos sacudió. Pero en lugar de desaparecer, me uní a otras tres marcas para sobrevivir: así nació el símbolo de los cuatro aros. Cada aro representaba una empresa que resistía. Audi no fue fruto de suerte… sino de caer, unirse, resistir y volver a correr más fuerte. 🏁🔗
"A veces el fracaso es solo la curva cerrada antes de acelerar hacia tu verdadero destino."
– August Horch (Fundador de Audi)
¡Feliz día del trabajo!