
18/09/2025
He recorrido más de 2.800 kilómetros junto a nuestro gobernador. Este camino no es solo físico, es también el inicio de una nueva forma de comunicar y de acercarnos a la gente.
Desde que Luis Fernando Camacho salió de la cárcel, asumí el reto de romper con los viejos estigmas: mostrar a la autoridad no como una figura distante, sino como un hombre cercano, humano, igual que nosotros.
Durante casi tres años, desde Chonchocoro, Luis Fernando encontró la manera de hacerse escuchar a través de sus cartas, que se replicaban en sus redes sociales y mantenían viva la esperanza. Sin embargo, el pueblo lo sentía distinto: había un vacío de autoridad, un ambiente de silencio cómplice, porque aunque existía un supuesto vicegobernador, en realidad no había quien gobierne ni represente de verdad.
Hoy, recuperar esa voz y esa conexión con la gente se ha convertido en mi tarea más grande: llevar la comunicación política a otro nivel, al nivel de la gente, donde el pueblo se vea reflejado en su gobernador.
Sé que es una misión titánica, pero estoy convencido de que vale la pena. Porque si algo nos caracteriza a los cruceños es la hospitalidad, la fe inquebrantable y la lucha constante por alcanzar nuestros sueños.
Hoy más que nunca, estoy comprometido con esta causa: humanizar la política, conectar al pueblo con su gobernador y devolverle esperanza a quienes nunca dejaron de creer.
📸 Roger Barba