
26/07/2025
PRIMERO SAN LORENZO, AHORA SANTA ANA DEL YACUMA ESTÁ DE FIESTA PATRONAL
Por: Juan Jonás Cayú Rossel
A 182 kilómetros al noroeste de Trinidad, se encuentra la población de Santa Ana del Yacuma, ubicado en una extensa planicie de los llanos de Moxos, donde se levanta un pueblo de valientes y tenaces hombres en su brega diaria, siendo el centro de la milenaria cultura “Movima”, que enorgullece a todos quienes se identifican con el lugar.
Sobre su fundación, la historiografía habla de dos fechas (1707 y 1708), quedando en uso la segunda fecha, por lo que ahora se habla de la celebración de 317 años en homenaje a la Virgen Santa Ana, que reúne a miles de movimas en torno a esta figura, quienes danzan por tres días al son de la bombilla y la banda, mostrando su fe religiosa en la procesión y su valentía en el tradicional jocheo de toros.
El padre de la Compañía de Jesús, Martín Baltazar Espinoza, habría fundado la reducción a orillas del río Mamoré con el nombre de “San Lorenzo”; que luego, debido a una gran inundación y epidemias fue traslado el 1722 al sitio actual, por sacerdote alemán Francisco Xavier Dirhaimd, cambiando el nombre a la denominación de “Nuestra Señora de Santa Ana”. Tiene rango de ciudad, de acuerdo con la Ley N° 907 del 18 de diciembre de 1986.
Como consta en un documento existente en el Archivo de Moxos y Chiquitos en Sucre, cuya parte pertinente dice: “Preguntados los indios que desde el tiempo de esa reducción a esta parte, cuántos sitios ha ocupado esta población, respondiendo que dos. La Primera, situada sobre el río Mamoré, distante seis leguas, nombrada San Lorenzo, de donde, por una inundación grande y epidemias que padecieron, el Padre Francisco Xavier Dirhaimb, trasladó al lugar donde al presente se mantiene, dando por Patrona a Nuestra Señora Santa Ana, cuya fundación se hizo con más número de gente que la que se mantiene...”
El sitio original de la ubicación de Santa Ana, fue en la zona de la Isla Prehispánica “Cachichi”, y desplazada en la época de los Gobernadores al actual lugar, más próximo a la confluencia de los ríos Yacuma y Rapulo.
Francisco Salas Chayaba, en su libro “Huellas profundas de mi pueblo”, prefiere no hablar de fundación, asegurando que se dio una colonización a los pueblos originarios que ya existían milenariamente en la zona, por lo que identifica al movimiento festivo de estas fechas, como parte del legado jesuita que conectó una especie de simbiosis entre lo religioso español y lo pagano de la cosmovisión nativa, dedicado a lo que llaman “La Mamita Santa Ana”.
El padre Martín Baltazar Espinoza, estableció la reducción con lo Movimas, pueblo raro lingüísticamente, porque no se encontraba conexión con otros grupos nativos. Fue dando las primeras enseñanzas y domesticación, pero dos años después, a sus 32 años de edad, el 27 de julio de 1709, fue sacrificado a flechazos por los mismos nativos Movimas en una incursión sobre el río Mamoré.
En el libro “Retrospectiva al Departamento Beni”, de Dora Ortiz Aponte, llama la atención un documento del 12 de noviembre de 1773, del Tcnel. León Gonzales de Velasco, gobernador interino de la provincia Moxos-Pampas-Baures, quien llega a Santa Ana para hacer un informe de la situación en dicha misión, indicando que se encontraban 916 almas, población reducida por la inundación y repetidas epidemias.
“(sip) Estancia de ganado vacuno en el día, no tiene, solo siento veinte cabezas de ganado, que en el presente año, por el mes de septiembre trajeron de Machupo y siendo tan corto el número, no se les contabiliza como en los demás pueblos ración de carne y se mantiene con el pescado y la caza, acompañando el maíz y yucas. Del ganado caballar se halla en la estancia hasta mil doscientas cabezas, poco más a menos”.
El dato histórico no es menos importante, tomando en cuenta que no había ganado en la zona que hoy se constituye en el principal centro productor pecuario del Departamento, gracias a la gran extensión de sus campos, que son irrigados por una seria de ríos y bajuras donde crece el verde pasto natural, alimento básico del ganado bovino.
FACETAS DE LA HISTORIA MOVIMA
Cada pueblo de nuestro grandioso Beni, tiene hermosos datos históricos, que recuerdan cómo se fueron forjando estos alejados parajes, la interacción de su gente, su aporte al contexto nacional y su esperanza postergada hasta hoy, que se combina con una rica cultura con la pervivencia de 18 pueblos nativos, entre ellos, el pueblo indígena Movima.
En “Huellas profundas de mi pueblo”, hay interesantes historietas, cuentos, crónicas, como por ejemplo, hoy que todo es fiesta y bebendurria en el pueblo, es bueno conectarse con la historia para recordar las primeras cantinas: Antes de que la cerveza sea común, en Santa Ana, habían dos cantinas populares donde la bebida favorita, era el “chapunato” (es alcohol preparado con jugo de toronja), el “culipi” es solo alcohol con agua, a veces con limón o algún colorante, como la grosella.
Una cantina era la de la mama Julia, así la llamaban con el debido respeto, esta cantina estaba al lado de la escuela fiscal Yacuma, no tenía nombre, solo decían done la mama Julia.
La otra cantina era “la rata muerta”, la dueña era doña Alicia Galves, se encontraba en la calle Camacho, en la mitad de la cuadra, hoy al frente de la librería Santa Ana.
SOBRE LOS MIGRANTES TURCOS, ÁRABES Y JAPONESES
En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial en Europa, Asia y Medio Oriente, por esta razón mucha gente huyó a América para preservar la vida, de esta manera llegan a Santa Ana las siguientes personas: Turcos: Elías Nacif Nacuse y su hermano Abdón Nacif, doña Emilia Abularach y su esposo Carlos Alí, Manuel Tobías, Farig Matri, Juan Adad.
Japoneses: Luis Indacochea, Miguel Ando, Miguel Matamuto, Jacinto Flores. Al establecerse estas personas en Santa Ana, se dedicaron al comercio, fueron los primeros comerciantes que compraban y vendían.
Lo que compraban era el cuero de la res, esto valía más que la carne, por la abundancia del ganado que había, después empezaron a comprar pieles de animales del monte. Todos los cueros que compraban, lo llevaban al interior en las lanchas a caldero que surcaban nuestro gran río Mamoré y el Ichilo o Mamorecillo, del interior traían telas para ropa, surtían las tiendas de las Moisés, también la tienda de don Elías Nacif y la del peruano Arturo Maradiegue.
El 1937, el japonés Miguel Ando, fue quien instaló su fábrica de fideo en su propia casa, con un trabajo todo manual, incluso con el secado del fideo que se lo hacía en cueros en la misma calle. Fue la primera vez que el movima comió fideo y le gustó.
LA PROYECCIÓN ACTUAL
El movima no es un hombre de quedarse quieto, pese a las serías limitaciones debido a la falta de conexión directa con vías de comunicación permanente, las frecuentes inundaciones de la llanura y la misma falta de montes altos para el cultivo básico, Santa Ana del Yacuma está de píe viendo la forma de sobresalir en las buenas formas, aunque, también carga el estigma del narcotráfico desde los años 80, como legado del famoso Roberto Suárez Gómez, que quiso ser grande como su tío Nicolás Suárez Callaú.
Hasta el año 2000 se contaba con una población cercana a los 13 mil habitantes; en vez de ir en aumento natural, en las últimas dos décadas, experimentó un decrecimiento, que muestra la emigración al interior y exterior del país, en busca de fuentes de trabajo, que no existen en el pueblo, donde los ganaderos ya tienen el cupo de sus vaqueros y estancieros.
La integración caminera permanente, es el debate fundamental que sustenta la nueva “Agenda del Desarrollo del Bicentenario del Beni”, que elabora la universidad beniana; y en Santa Ana claro que saben de esa necesidad, si la mayor parte del año están desconectados de los otros pueblos del Beni, debido al mal estado de su carretera con la capital Trinidad, que deben hacerlo en tres horas de recorrido, pero hay meses que tardan 12 horas en el intento.
La consolidación a nivel de pavimento del denominado Corredor Beni Central, que va de Trinidad a Guayaramerín, contempla un ramal desde La Palca hasta Santa Ana, con su respectivo puente en el río Rapulo. Simultáneamente se plantea una carretera transversal hacia Casa Blanca, para conectar la provincia Yacuma con la carretera troncal Rurrenabaque-Riberalta.
Con dichas vías de salida permanente, se avizora un incentivo directo para la masificación de la producción pecuaria; además de la habilitación a nivel de navegabilidad del río Maniqui y Rapulo, se logrará una conexión directa y fluida con productos que se cultivan en la zona oeste del Beni.
¡Felicidades hermanos movimas en su fiesta patronal . . . !
Trinidad, 26 de julio de 2025.
BIBLIOGRAFÍA:
- Ortiz, Dora. Retrospectiva al Departamento del Beni, Trinidad, 1998.
- Rivero, Carol. Tricentenario de Santa Ana del Yacuma (1708-2008). Santa Cruz, 2008.
- Salas, Francisco. Huellas profundas de mi pueblo. Trinidad, 2da. Versión, Trinidad, 2010.
- Bello et al. Agenda de Desarrollo del Bicentenario del Beni (borrador). 2025.