10/06/2025
Desde el Rincón de Maria la Editora…
Por Maria Alegria Estrada
Quien no recuerda a Pinocchio (en italiano) o Pinocho como lo conocemos dentro del contexto de nuestra hermosa lengua española. En el año 2022, por cierto, el mexicano Guillermo del Toro volvió a poner en tendencia la historia, con su película animada, que fue ganadora de un Oscar, en el año 2023.
Hace unos días tuve la oportunidad de visitar la tierra de Gepetto, el padre de Pinocho, la Toscana, una bellísima región de Italia, donde también vivió el autor de la historia, Carlo Collodi, quien a su vez retoma su seudónimo de un pueblo cercano a Florencia (Collodi).
Pues justo en Florencia ( que como ya mencioné pertenece a la región Toscana) se encuentra el Museo interactivo de Pinocho, localizado en el corazón de Florencia (Via Ricasoli 44), estar ahí y no aprovechar la oportunidad de visitarlo no tendría perdón. Bien dicen que a la oportunidad la pintan calva.
Se trata de una experiencia inmersiva única y fabulosa, placentera para cualquiera, tengas la edad que tengas.
Es posible que algunos no conozcan la historia, así que recordemos en breve, que este cuento trata de una marioneta de madera creada por el carpintero Geppetto, quien desea tener un hijo real. Una hada azul le concede vida a Pinocho ( muñeco de madera), pero para convertirse en un niño de carne y hueso, debe demostrar ser valiente, sincero y desinteresado. Es así como a través de muchas aventuras, Pinocho es tentado por el mal y tiene que aprender de sus errores, su nariz crece cada vez que miente, hasta que finalmente después de superar muchos errores, se transforma en un niño de verdad.
Sobre el mensaje de este cuento retomaré la idea que algunos críticos han manejado, por ejemplo la que afirma que la historia refleja el viaje que el alma de cualquier ser humano tiene que pasar para lograr la madurez, con la intención de hacerse mejor persona, a través del aprendizaje de ciertos valores y la enseñanza que nos van dejando los errores que cometemos en el camino.
La moraleja principal de Pinocho gira en torno pues, a la honestidad, la responsabilidad y la importancia de la familia, enfatizando el hecho de que las mentiras siempre nos causarán problemas, mientras que la verdad y las buenas acciones serán recompensadas, llevándonos a la verdadera felicidad y la transformación en el plano personal, así como Pinocho logra transformarse de títere de madera a niño de verdad.
Más allá de esta maravillosa experiencia de vida que tuve, resaltaré como editora senior, la eficacia de la utilización de los cuentos como una herramienta pedagógica fundamental para transmitir valores, conocimientos y emociones a través de una historia, al mismo tiempo que podemos estimular la imaginación , el pensamiento crítico y el desarrollo lingüístico de cualquier lector, que entre más pequeños sean, será mejor. Ya que “pequeños lectores, grandes pensadores”.
