09/17/2025
𝗘𝗹 𝗰𝗼𝘀𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗽𝗲𝗿𝗱𝗼𝗻𝗮𝗿 𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗷𝗮 𝗶𝗻𝗳𝗶𝗲𝗹
El perdón suele verse como una virtud, una forma de soltar el dolor y seguir adelante.
Pero cuando se trata de perdonar a una pareja infiel, las líneas se vuelven borrosas.
Puedes decirte a ti misma que perdonarle es un acto de amor o fortaleza,
pero, en el fondo, hay una pregunta importante que hacerte:
¿Qué es lo que realmente estoy permitiendo?
Cuando perdonas a una pareja infiel, sea cual sea el motivo —amor, familia, miedo a la soledad—,
no solo estás perdonando una traición.
También le estás enseñando hasta dónde puede empujarte sin perderte.
Aunque tus intenciones sean nobles, ese acto puede dar el mensaje equivocado:
que su traición no tiene consecuencias reales.
No se trata de decir que perdonar está mal.
Es un acto noble elegir la paz en lugar del rencor.
Pero el perdón sin responsabilidad suele convertirse en un ciclo repetido de dolor.
Al dejar pasar su comportamiento, corres el riesgo de mostrar que la confianza, la lealtad y el respeto son negociables.
Y cuando esas bases tambalean, reconstruir se vuelve difícil.
La infidelidad no es solo un acto físico.
Es romper la confianza, cruzar límites, y faltar al respeto.
El perdón, si llega, debe ir acompañado de condiciones, crecimiento y entendimiento mutuo.
De lo contrario, la relación seguirá atrapada en los mismos patrones dañinos.
Tú mereces un amor que valore tu lealtad, respete tu dignidad
y cuide tu corazón con responsabilidad.
Si decides perdonar, hazlo por tu sanación,
no como excusa para justificar su comportamiento.
Pon límites, exige responsabilidad,
y asegúrate de que el perdón no te cueste tu amor propio.
Recuerda:
El amor no se trata de cuánto puedes soportar, sino de cuánto te valoran.
Nunca aceptes un amor que ponga a prueba tu paciencia en lugar de apreciar tu presencia.
Gabriela Maradiaga MKT