06/24/2025
Epílogo
Los sucesos de la Catedral de Sevilla relatados en este libro fueron calificados como “el Sevillanazo”. Los primeros reportes de prensa atribuyeron el intento de ataque al monumento gótico andaluz a terroristas del Estado Islámico (EI). Según un reporte de la agencia de noticias turca, la organización nacional de inteligencia del gobierno de Ankara, conocida por sus siglas MIT, habría interceptado una transmisión de radio de EI, que se emitió desde una estación cercana a Karbala en Iraq, en la que anunciaba un inminente ataque en el corazón de Al Ándalus (Andalucía). Sin embargo, la investigación de la policía española determinó que los dos terroristas que fueron abatidos por el comando de intervención especial en la entrada sur de la Catedral tenían vínculos con el régimen de los ayatolás de Teherán. Uno de ellos fue identificado como Daud Mohadesh, quien había actuado como enlace entre el gobierno iraní y Hezbolá, el llamado “Partido Dios”, en el Líbano. El otro fue Marian Shubaiki, un sirio que había llegado a España como supuesto refugiado de la guerra, pero que era un “operador dormido” infiltrado por los iraníes y sus aliados libaneses. Las autoridades de Madrid también determinaron que las otras dos víctimas del ataque fueron los turistas estadounidenses Richard Calix y Jeremy Lion, provenientes de Nebraska. El guardia civil que murió de un disparo de los terroristas se llamaba Lisandro Ruiz Callejas. Fue ascendido post-mortem a Sargento Primero.
El gobierno de Teherán ha negado insistentemente que tuviera algo que ver con “el Sevillanazo”. Los voceros chíies han acusado a los que llaman “usurpadores del Estado Islámico”, según ellos aliados del “pequeño Satán” (Israel), de estar detrás de ese ataque para dañar la reputación de Irán, aislar al país y echar por la borda los avances logrados en las negociaciones con Estados Unidos y Europa. El propio Ayatolá Alí Imranei, máximo líder de la revolución islámica y guía espiritual de la nación, dijo que tenían pruebas de la implicación de los servicios secretos de Israel en una gran conspiración para desprestigiar a Irán. “Estados Unidos no debe caer en la trampa que han montado los sionistas para acabar con los avances hacia la paz que hemos logrado en estos últimos años – dijo Imranei en un sermón transmitido por radio y televisión-. Además, los sionistas quieren distraer la atención del mundo de los horribles crímenes que cometen contra el pueblo palestino. Pronto llegará la hora de la liberación de Al Quds (Jerusalén) y la destrucción de la entidad sionista. El mundo entonces sabrá la verdad”.
Vídeos aficionados que circularon por Internet mostraron a los dos terroristas abatidos con pi***las en sus manos, lo que reforzó la tesis del enfrentamiento con los miembros del comando especial español que los “neutralizó” antes que pudieran entrar a la Catedral. La policía informó que habían encontrado un automóvil aparcado no muy lejos de la escena del enfrentamiento en el que había explosivo tipo C4, detonadores y otros dispositivos electrónicos para activar bombas a distancia. Según los reportes policiales y de inteligencia, los terroristas llegaron a Sevilla con la intención de explorar primero la Catedral y sus alrededores, determinar el mejor sitio para colocar la bomba, y después producir un estallido que provocaría el mayor número de muertes y el mayor daño al monumento considerado patrimonio de la humanidad.
La reportera de Televisión Española Jacinta Tarridas Luengo entrevistó a los profesores Samuel Kattle (Universidad de Yale) y Ruth Mabi (Universidad Libre de Bruselas), quienes se disponían a visitar la Catedral de Sevilla en el mismo momento en que ocurrieron los hechos. En un reportaje que difundió días después del frustrado atentado, Tarridas Luengo presentó los detalles de una investigación que adelantan los profesores Kattle y Mabi sobre una leyenda que afirma que el Hóshen, el pectoral que usaba el Sumo Sacerdote del Pueblo de Israel con propósitos adivinatorios, estaría escondido en alguna parte de la Catedral de Sevilla. “Nosotros no creemos que esa leyenda tenga ningún fundamento histórico o arqueológico – declaró el profesor Kattle a la reportera -. Nos interesa más bien comprender cómo la leyenda se ha transmitido en el tiempo y el papel que ha jugado en la configuración de la identidad de una larga genealogía de judíos sefardíes y de criptojudíos. Nuestra visita a la Catedral tenía como objetivo observar con nuestros propios ojos el sitio donde supuestamente estaría escondido el Hóshen, con la idea de tener una mejor comprensión del contexto y el ambiente en los que la leyenda familiar se ha desarrollado y difundido”.
Por su lado, la profesora Mabi hizo un ejercicio especulativo que, según ella, podría tener alguna base si se confirmaba que Irán estaba detrás del frustrado ataque en la Catedral. “El chíismo es una rama del Islam con una fuerte vocación apocalíptica, es decir, creen en el Final de los Tiempos y en la llegada de una especie de Mesías, que ellos llaman el Mahdi, lo que desataría un gran conflicto global que terminaría con la islamización del mundo entero – declaró Mabi en el reportaje televisado -. Dentro del delirio conspirativo de los ayatolás, no me extrañaría que ellos hayan escuchado hablar de la leyenda del Hóshen escondido en la Catedral de Sevilla. Es probable, y lo digo con todo el cuidado del mundo, es solo probable, que los iraníes hayan preparado este atentado para destruir el pectoral del Sumo Sacerdote que, según la fantasía apocalíptica de estos fanáticos, podría caer en manos de los israelíes, quienes tendrían en sus manos un poderoso instrumento de adivinación de inspiración divina, o desde el punto de vista de los ayatolás, de inspiración diabólica”.
El embajador iraní en España, Sumobar Rafjaní, declaró a El País: “La tesis evocada por un par de profesores en un reportaje difundido recientemente en TVE confirma lo que nuestro gobierno ha mantenido desde que se produjo el ataque en Sevilla. Los sionistas están detrás de todo esto, y quieren hacerle creer al mundo que nosotros hemos entrado en un delirio conspirativo que nos habría llevado a intentar destruir no sé qué artefacto mágico que supuestamente daría un poder especial a los enemigos del mundo. Esto es un sin sentido que el Mossad y sus agentes, incluyendo la tal profesora Mabi, ella misma israelí, han dejado colar como si fuera una inocente especulación, que pretende desprestigiar y aislar a la revolución islámica y a toda la nación iraní”.
La profesora Mabi respondió a la declaración del embajador Rafjaní en un artículo publicado en el mismo diario El País en el que escribió: “La prueba más clara de la mentalidad conspirativa que domina al régimen de los delirantes ayatolás está en la propia declaración del diplomático iraní, en la que descalifica mi argumento simplemente porque soy israelí. Es la misma mentalidad que ha aupado la negación del Holocausto, que planificó el terrible atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994 y que ha declarado en repetidas ocasiones que su objetivo es borrar del mapa a Israel. Mi argumento se sostiene en un estudio de las fuentes islámicas, incluyendo el Corán, y del propio chíismo que plantean un conflicto apocalíptico contra quienes ellos consideran los ‘no creyentes’. Y lo que probablemente más les duela a estos enemigos de la libertad es que sea una mujer la que ha denunciado esta locura conspirativa que pone en peligro la paz mundial”.
Uno de los médicos forenses que hizo la autopsia del guardia civil asesinado en “el Sevillanazo”, quien prefirió el anonimato, dijo que el agente había mu**to de un tiro por la espalda. El calibre de la bala que se alojó en el pulmón derecho no correspondía con las armas que llevaban los dos terroristas, ni con los fusiles automáticos de los miembros del comando de intervención especial. Además, el forense indicó que esa bala fue disparada desde cierta altura, probablemente desde alguno de los edificios ubicados en los alrededores de la Catedral de Sevilla. La policía española ha negado la alegación del forense anónimo, asegurando que el sargento Ruiz Callejas murió de una bala que salió de la pi***la de Mohadesh y atravesó su corazón.
De la novela La Conjura del Esplendor, escrita por Isaac Nahón y Meir Magar (Meyer Magarici): https://www.amazon.ca/conjura-del-esplendor-Isaac-Nahon/dp/1540517438/ref=sr_1_1?crid=20K5QJ6WMWYBS&dib=eyJ2IjoiMSJ9.RJqyJsJDLt83rZHsRgJGqQ.MAxRRPUeYvqKr6cV82mIbOUa8FfKYwK3OeuK72g7_X0&dib_tag=se&keywords=la+conjura+del+esplendor&qid=1750790020&sprefix=la+conjura+del+esplendor%2Caps%2C65&sr=8-1