12/10/2025
La paradoja vecinal: cuando el relato se esconde detrás del anonimato.
Prometiendo devolver la vida a la Asociación de Vecinos Castell-Flor, acudieron a La Veu, aquellos que durante años la tuvieron en el ostracismo, buscando apoyo, hablando de unión y participación. Pero, lo cierto es , que lo que parecía un intento de resurrección, acabó oliendo más a maquillaje que a milagro, aceptamos tenerlos en la Junta pero pronto sacaron la patita, no respetando los acuerdos de la Junta y pasandose por el forro la lealtad, demostrando una hipocrita falsedad y un total desprecio por las iniciativas dirigidas a dar voz a los vecinos, no sea sientenl mal al gobierno, queriendo imponer un servilismo y ser meros voceros de dirigentes de muy dudosa aptitud. Ante la negativa de ser simples palmeros y servidores del poder, los miembros de La Veu, decidimos seguir nuestro camino y abandonar un proyecto imposible y devolver la entidad a estos que la siguen teniendo en el sueño eterno de la inactividad, que es lo que han hecho siempre y asi podran seguir representandose a si mismos.
Los mismos, que mantienen el letargo de la asociacion, cruzados del “interés común” se refugian en grupos privados de Facebook, donde la “información real” se filtra entre secretos y anonimato.
No entendemos porque estos iluminados bajaron de su pedestal vecinal con una misión divina: resucitar la Asociación de Vecinos Castell-Flor, aquella reliquia que llevaba más tiempo en coma que algunos proyectos municipales. En La Veu nos creimos el relato.
Pero lo que traían era, más bien, una brocha y un cubo de lejía: solo querían un lavado de cara, no un renacimiento.
Y así fue como el muerto, en lugar de resucitar, salió corriendo otra vez a la tumba, harto de tanta impostura y ahi sigue.
Esos mismos cruzados de la transparencia se han refugiado en las catacumbas digitales de Facebook, algunos en grupos tan secretos que ni el algoritmo los encuentra como una tal Plataforma Ciudadana, refugio de mentes retorcidas. Otros no son tan privados pero parece que necesites una bendicion, un apretón de manos y un juramento de pleitesia para entrar.
Este grupo se hace llamar “Información Real de La Pobla de Montornès”.
Un oxímoron tan glorioso que debería estudiarse en las escuelas. Porque nada se parece más “información real” a un club cerrado donde se censura al que no aplaude y donde los anónimos lanzan dardos desde la sombra, como si fueran Robin Hood del cotilleo.
Mientras tanto, los verdaderos vecinos —los de carne, hueso y recibo del IBI— seguimos esperando que alguien hable claro, sin filtros ni disfraces. Pero parece que eso, hoy en día, vende menos que una reunión de comunidad sin croquetas.
Y así seguimos, entre los que predican transparencia desde el anonimato y los que confunden participación con manipulación.
En La Pobla, las paradojas no se explican: se representan en vivo y en directo.
🖋️ Desde la redacción de La Veu de la Pobla, seguimos esperando la “información real”… aunque ya sepamos dónde no encontrarla.
Dios guarde a sus Ilustrisimas.