13/06/2025
Las editoriales firmantes, como miembros de un gremio editorial, cuya labor gira en torno a la palabra, la cultura, los derechos humanos y la construcción de memoria, afirmamos nuestra responsabilidad: pronunciarnos frente a la injusticia. Guardar silencio no es una opción ética.
Nuestra voz colectiva tiene peso. Somos quienes damos espacio a las historias silenciadas, visibilizamos lo invisible y acompañamos las luchas sociales con nuestras publicaciones. Por eso, no basta con observar desde la distancia: debemos, desde nuestro rol, alzar la voz en contra de toda forma de violencia sistemática, en especial cuando se trata de crímenes de lesa humanidad.
Este comunicado no es un gesto político partidista, sino un acto de humanidad, de empatía con las víctimas y de coherencia con los principios que decimos defender: la dignidad, la vida y la libertad. Sabemos que permanecer neutrales en contextos como este es tomar la postura del opresor.
El exterminio del pueblo palestino ante los ojos de la población mundial ha suscitado reacciones en todos los sectores de la sociedad. Como editoras y editores nos sumamos a la condena del as*****to de infancias, mujeres, personal médico, periodistas y población civil en general, por vía de armas, inanición o ataque a los suministros de salud, así como la destrucción de la infraestructura que permite el desarrollo de la vida y la identidad. Consideramos que cada límite que se traspasa en Palestina es una amenaza para la vida en común en el mundo entero, y para el entendimiento a través de la palabra que sustenta nuestro oficio.
Hagamos lo que sabemos hacer: escribir, denunciar, acompañar con nuestras palabras y sostener, desde la cultura, un clamor que se escuche alto y claro: nunca más genocidios en silencio.