
29/09/2023
Prostatitis crónica
La prostatitis crónica ocupa el primer lugar en prevalencia entre las enfermedades inflamatorias del sistema reproductivo masculino y una de las primeras entre las enfermedades masculinas en general. Esta es la enfermedad urológica más común en hombres menores de 50 años. La edad media de los pacientes que padecen un proceso inflamatorio crónico de la próstata es de 43 años. A los 80 años, hasta el 30% de los hombres padecen prostatitis crónica o aguda.
La prevalencia de prostatitis crónica en la población general es del 9%.
El tratamiento de la prostatitis crónica, como cualquier enfermedad crónica, debe realizarse respetando los principios de coherencia y enfoque integrado. En primer lugar, es necesario cambiar el estilo de vida, el pensamiento y la psicología del paciente. Eliminando la influencia de muchos factores nocivos, como la inactividad física, el alcohol, la hipotermia crónica y otros. Al hacerlo, no sólo detenemos una mayor progresión de la enfermedad, sino que también promovemos la recuperación.
Es necesario utilizar simultáneamente varios medicamentos y métodos que actúen sobre diferentes partes de la patogénesis para eliminar el factor infeccioso, normalizar la circulación sanguínea en los órganos pélvicos (incluida la mejora de la microcirculación en la próstata), un drenaje adecuado de los acinos prostáticos, especialmente en la zonas periféricas, normalizan el nivel de hormonas esenciales y reacciones inmunes.
Tratamiento no farmacológico de la prostatitis crónica.
Actualmente, se concede gran importancia al uso local de métodos físicos, que permiten no exceder la dosis terapéutica promedio de fármacos antibacterianos debido a la estimulación de la microcirculación y, como consecuencia, una mayor acumulación de fármacos en la próstata.
La terapia con láser magnético de baja energía estimula la microcirculación, tiene un efecto anticogestivo, favorece la acumulación de fármacos en el tejido prostático y la activación del sistema inmunológico celular. Además, la terapia con láser tiene un efecto bioestimulante. Este método es más eficaz cuando predominan los cambios congestivos-infiltrativos en los órganos del sistema reproductivo y, por lo tanto, se utiliza para el tratamiento de la prostatovesiculitis y la epididimoorquitis aguda y crónica. En ausencia de contraindicaciones (cálculos prostáticos, adenoma), el masaje prostático no ha perdido su valor terapéutico. El tratamiento de sanatorio y la psicoterapia racional se utilizan con éxito en el tratamiento de la prostatitis crónica.