17/05/2025
El garrote vil: la máquina de muerte que marcó a España
Durante siglos, el garrote vil fue el rostro siniestro de la pena capital en España. No nació de un solo inventor, sino que fue el resultado de una lenta y macabra evolución: de simples cuerdas tensadas a mano, a un dispositivo de precisión diseñado para matar "con orden".
Imagina un collar de hierro apretando el cuello, un tornillo que se gira lentamente, y la vida que se apaga entre crujidos. Así funcionaba este artefacto, creado no solo para castigar, sino también para imponer miedo.
En el siglo XIX, se perfeccionó aún más. El llamado garrote de corredera buscaba una ejecución más "eficiente", aplicando la presión directamente sobre las vértebras cervicales. Detrás de estas ejecuciones estaban verdugos como Nicomedes Méndez, hombres cuyos nombres quedaron ligados para siempre a esta práctica siniestra.
Lo más perturbador es que, para algunos, esta muerte era considerada “honorable”, especialmente si el condenado era de sangre noble.
El garrote vil no fue solo un instrumento de muerte, fue un símbolo de cómo la brutalidad puede vestirse de legalidad y método. Un recordatorio inquietante de lo que una sociedad puede considerar justicia.