16/06/2025
A propósito de nuestra participación en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz de la Sierra: conversamos sobre prácticas editoriales con colegas bolivianos de sellos independientes.
Se realizó un valioso encuentro entre editoriales independientes de Bolivia y del norte de Chile, reafirmando la importancia de la cooperación regional para visibilizar nuevas voces literarias y enfrentar juntos desafíos comunes en un mercado dominado por grandes grupos editoriales.
Camilo Araya, director de Pampa Negra Ediciones, explicó que su sello nació hace una década en Antofagasta con un catálogo que ha evolucionado desde las ciencias sociales hasta abarcar narrativa, poesía y memoria política, con un fuerte compromiso por rescatar relatos de la dictadura chilena y temas vinculados a la violencia política y el extractivismo.
“Sabemos que la violencia política sigue marcando la agenda de muchas editoriales independientes y creemos que es ahí donde podemos encontrarnos para compartir experiencias”, afirmó Araya, quien actualmente reside en Santa Cruz de la Sierra.
Por su parte, Roberto Bustamante, responsable de Editorial Navaja, de Iquique, relató que su proyecto busca desafiar la narrativa tradicional del norte chileno centrada en la pampa salitrera, apostando por autores y autoras con voces urbanas y contemporáneas. Gracias a su ubicación geográfica y afinidad cultural, mantienen contacto frecuente con escritores de Bolivia y Perú. “Mientras los grandes grupos editoriales concentran la industria en Santiago, nuestro trabajo es demostrar que la literatura del norte también merece un espacio propio”, comentó.
Del lado boliviano, Alexis Argüello, director del sello Sobras Selectas, librería, editorial, resaltó la misión de descubrir y apoyar a escritores emergentes, especialmente de El Alto y otras ciudades intermedias, con un catálogo que crece con títulos únicos y ediciones limitadas. “Más allá de publicar, nos interesa tender puentes y compartir nuestras ediciones, enfrentando la homogenización literaria que a veces imponen las grandes casas editoriales”, explicó Argüello.
Fernando Barrientos, de Editorial El Cuervo, compartió la experiencia de casi dos décadas de trabajo publicando ficción, crónica, ensayo, poesía y libros ilustrados, siempre apostando por la circulación de autores nacionales y extranjeros. Barrientos remarcó que la falta de apoyo estatal y de una red de distribución sólida obliga a los editores a reinventarse: “En Bolivia no hay una distribuidora, así que nos toca ser editores, distribuidores y libreros a la vez para sobrevivir”.
Los editores coincidieron en que la piratería es otro desafío que impacta de forma desigual: mientras afecta principalmente a best sellers internacionales, la precariedad del mercado editorial nacional hace que a veces la copia ilegal se vea como única vía de acceso para muchos lectores. Aun así, defendieron la importancia de proteger los derechos de autor y profesionalizar la relación contractual para evitar abusos y asegurar ingresos justos para escritores y sellos independientes.