09/07/2025
| Los casos de tráfico de dr**as en la Fach y el Ejército generaron preocupación en el gobierno por afectar a unidades próximas a Bolivia, entre otras implicancias. El Índice de Integridad en Defensa de Transparencia Internacional advirtió en 2021 que este sector era altamente vulnerable a la corrupción en Chile.
El Índice de Integridad en Defensa publicado en noviembre de 2021 por Transparencia Internacional, que advirtió que este sector era altamente vulnerable a la corrupción en el país, entregó un antecedente útil para explicar los casos de tráfico de dr**as en la Fuerza Aérea de Chile (Fach) y el Ejército conocidos en las últimas dos semanas.
El más reciente fue informado el sábado por la Fach, que en un comunicado dijo que “se logró detectar un intento de traslado de una sustancia ilícita por parte de funcionarios de la Brigada Aérea en Iquique, previo a un vuelo institucional hacia Santiago” y que “cinco involucrados fueron puestos a disposición de la justicia y privados de libertad”.
La negativa de la Fach a remitir los antecedentes del caso a la Fiscalía Regional de Tarapacá derivó en que la fiscal regional Trinidad Steinert presentara un escrito a la Corte de Apelaciones de Iquique para zanjar si la causa la indagará el Ministerio Público o la fiscalía de aviación, dijo.
Por el caso anterior, siete militares y una civil fueron enviados a prisión preventiva el 26 de junio bajo los cargos de tráfico ilícito de dr**as y asociación ilícita para el narcotráfico.
La indagación, dirigida por la fiscalía de Tarapacá junto al OS-7 de Carabineros, estableció que los suboficiales imputados —en su mayoría de la Segunda Brigada Acorazada ‘Cazadores’ del Ejército y dados de baja por el caso— cargaban en Tarapacá droga proveniente de Bolivia. Ésta luego era transportada a Santiago en vehículos con compartimentos ocultos.
En los operativos por este caso fueron incautados 161,6 kilos de co***na y casi 30 kilos de pasta base, además de tres vehículos avaluados en cerca de $40 millones.
Ambos casos afectaron a unidades próximas a la frontera con Bolivia. Ya tras el primer caso el ministro de Seguridad Luis Cordero calificó lo ocurrido como “el hecho más grave del que hemos tenido registro en el último tiempo”.
Qué dice el informe. El Índice de Integridad en Defensa (de siglas GDI, en inglés) arrojó que el 62% de los países tenían un alto riesgo de corrupción en defensa y seguridad. Uno de estos era Chile.
El documento, si bien examinaba algunos aspectos vinculados a las actuaciones de las Fuerzas Armadas durante el 18-O y a la ley reservada del cobre (derogada en 2019, con un plazo de 12 años para terminar con los aportes de Codelco), también analizaba otros que podrían arrojar luz sobre la falta de controles actuales en esas instituciones.
Por ejemplo, consideraba crítica la falta de entrenamiento anticorrupción de las Fuerzas Armadas de Chile y el monitoreo anticorrupción de las operaciones militares.
En el área de personal calificaba de muy alto el riesgo de pago de sobornos para evitar el reclutamiento (aunque el servicio militar chileno es voluntario salvo que no se llenen los cupos disponibles) y de moderado el riesgo de sobornos para obtener puestos preferenciales.
Consultado por el informe.
Los detalles del capítulo sobre Chile. La evaluación general de Chile fue de “alto riesgo” de corrupción en el área de defensa. A continuación, el detalle.
Códigos de conducta. “Los códigos de conducta para el personal militar están dispersos en diversas regulaciones, leyes y códigos que no ofrecen una orientación clara sobre los riesgos y delitos relacionados con la corrupción”.
Reglamento disciplinario. “Si bien el Reglamento Disciplinario de las Fuerzas Armadas prohíbe la corrupción de forma muy amplia, no ofrece orientación para delitos específicos como el soborno o el tráfico de influencias”.
Denuncias. “Una deficiencia clave en los estándares anticorrupción es la debilidad en los mecanismos de denuncia de irregularidades”.
Casos de fraude. “Casos de corrupción de alto perfil, como la apropiación indebida (…) en el llamado ‘Milicogate’, también puso de relieve las deficiencias en los mecanismos para prevenir corrupción del personal”.
Operaciones militares. “Chile cuenta con resguardos extremadamente débiles contra la corrupción en las operaciones, lo que aumenta drásticamente las vulnerabilidades de las Fuerzas Armadas en esta área durante los despliegues militares. A nivel estratégico, la doctrina militar chilena no aborda la corrupción como un problema estratégico en las operaciones”.