
27/09/2025
INTERNACIONAL
🟠 "No le debe sorprender a Chile": Perú comprará aviones subsónicos para también patrullar sus fronteras.
El Gobierno peruano aprobó la adquisición de una docena de aeronaves subsónicas destinadas a reforzar la vigilancia territorial, optimizar las operaciones antidrogas y actuar frente a delitos en los límites nacionales, con una inversión que marca un nuevo capítulo en la política de defensa del país.
La decisión del Gobierno peruano de adquirir una flotilla de 12 aviones subsónicos con el objetivo de intensificar el patrullaje y control de sus fronteras ha generado reacciones tanto dentro de dicho país como en el exterior.
Según información oficial, esta medida busca no solo combatir el narcotráfico y la minería ilegal, sino también optimizar la capacidad de respuesta de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) ante los desafíos de vigilancia y defensa territorial. La compra, ya aprobada por el Ejecutivo, será ejecutada a través de una licitación prevista para los próximos meses.
El titular del Ministerio de Defensa, Walter Astudillo, confirmó que estos aparatos forman parte de un esfuerzo más amplio por renovar la capacidad operativa de la FAP.
Durante su presentación ante la Comisión de Defensa del Congreso, Astudillo detalló: “es el momento de que, como Estado, hagamos un control efectivo de nuestro espacio aéreo. Para ello requerimos capacidades, y ya hemos iniciado el trámite correspondiente para la adquisición de estos 12 aviones subsónicos”.
El ministro precisó además que, antes del 28 de julio del próximo año, se estima la llegada de alguna de estas unidades, un periodo que marcará el final del mandato de la presidenta Dina Boluarte.
El anuncio llega en el contexto de una histórica inversión militar, la mayor en décadas, que también contempla la adquisición de 24 aviones de combate para reemplazar la flota de Mirage 2000 francesa y MIG-29 rusa. El gobierno peruano ha destinado 3.500 millones de dólares para la compra de estos nuevos cazas, cuyo proceso de selección incluye propuestas de fabricantes de Estados Unidos (F-16), Francia (Rafale) y Suecia (Saab Gripen).
Dos compras distintas
Los aviones subsónicos, de acuerdo con las declaraciones del vicealmirante en retiro Francisco Calisto Giampietri recogidas por 24 Horas, cumplen funciones distintas a las de los cazas supersónicos.
“Mucha gente está confundiendo la compra de los aviones supersónicos con la compra que se está programando para aviones subsónicos, que son dos temas totalmente diferentes”, dijo.
Calisto Giampietri explicó que el rol de estos nuevos aparatos se orienta principalmente al patrullaje, vigilancia aérea y apoyo táctico, especialmente en los extensos siete mil kilómetros de frontera terrestre que posee Perú.
El vicealmirante subrayó la relevancia operacional de estos equipos en zonas fronterizas y en misiones contra amenazas internas: “El equivalente a un patrullero en tierra sería este tipo de avión subsónico. Y también son utilizados en temas de acciones a nivel práctico, como, por ejemplo, el apoyo en la guerra contra el terrorismo”.
Paso a la modernización
La necesidad de complementar el trabajo de helicópteros y otras unidades aéreas se torna esencial en escenarios donde el combate terrestre requiere apoyo constante y efectivo, difícil de lograr con aeronaves supersónicas debido a su alta velocidad y especificidad en combate convencional.
Por su parte, Astudillo remarcó ante el Legislativo la importancia de avanzar, no solo en la modernización de la flota, sino también en la mejora de infraestructuras: “Además de los aviones, resulta fundamental incrementar la flota de helicópteros y mejorar la infraestructura de las pistas de aterrizaje en diversas localidades del país”.
El ministro recordó que los más de siete mil kilómetros de frontera terrestre representan “un desafío complejo”, por lo que las Fuerzas Armadas cumplen con su función constitucional de garantizar la independencia, la soberanía y la integridad territorial.
Alianza estratégica
Calisto Giampietri señaló la relevancia de evaluar cuidadosamente no solo las características técnicas, sino también los compromisos logísticos y de soporte que implica una alianza estratégica con fabricantes como Estados Unidos.
“Si nosotros adquirimos un bien de un país que tenga un soporte logístico, como, por ejemplo, lo tiene Estados Unidos, y no solamente eso, sino el soporte a las operaciones posteriores que vamos a tener. Entonces, tiene mucho más peso específico que adquirirlo a un país que no tiene el peso específico de Estados Unidos”, puntualizó el ex alto mando naval.
En su análisis, Calisto Giampietri subrayó que no se trata únicamente de incorporar plataformas, sino de considerar el ecosistema completo que incluyen sistemas de armas, comando y control, comunicaciones y eventual transferencia de tecnología.
El vicealmirante manifestó que “hay una matriz de varias entradas que se tiene que evaluar, no solamente el avión, sino el avión como plataforma, el sistema de comunicaciones, el sistema de comando y control, los sistemas de armas, la capacidad logística, la transferencia de tecnología”.
Plano internacional
La adquisición ha generado comentarios en el plano internacional, especialmente en el sur del continente. Prensa y autoridades chilenas han manifestado inquietud sobre la dirección de la política de defensa peruana.
Consultado por estos efectos en la región, Calisto Giampietri manifestó que “Chile ha tenido una política de compra militar muy acendrada de hace muchos años. Ellos tienen un porcentaje de su canon destinado directamente a las fuerzas armadas y a las compras militares. O sea que no le debe sorprender a Chile que nosotros compremos”.
Desde el Chile, algunas figuras parlamentarias y miembros del Gobierno han hecho comentarios sobre la oportunidad y magnitud del programa armamentista peruano.
La ministra Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo, afirmó: “No nos corresponde estar nos pronunciando sobre las compras que hace otro país en materia de defensa. Lo que sí podemos señalar es que nos sentimos plenamente orgullosos y orgullosas de nuestra defensa nacional, de nuestras fuerzas armadas”.
Además, Vallejo defendió el enfoque chileno argumentando que “el gasto militar que ha tenido nuestro país ha sido en concordancia con los objetivos que buscamos”.
Cuidar los recursos
El vicealmirante Calisto Giampietri matizó la situación geopolítica al señalar que Perú, por su ubicación estratégica en Sudamérica y la proyección internacional de nuevos corredores logísticos y recursos estratégicos como el litio o el oro, debe asegurar activos clave frente a potenciales amenazas.
“La posición geopolítica que tiene en este momento el Perú… más allá de su posición geográfica en el centro de Sudamérica, tiene una proyección hacia el Asia a través del puerto de Chancay, el futuro puerto de Eten, el puerto de Corío y el tema del litio en Puno o el oro. Entonces, son activos que el Perú tiene que cuidar”, indicó.
El debate sobre la legitimidad y necesidad de estas adquisiciones ha estado presente en la opinión pública peruana durante años. De acuerdo con Giampietri, “Perú no se está armando. El Perú está recuperando la posición que tuvo hace muchos años. Hace cuarenta años que no compramos un avión de combate”.
El vicealmirante cuestionó la demora en las renovaciones tecnológicas y el escepticismo político hacia este tipo de inversiones, expresión de un debate recurrente sobre la función y el presupuesto destinado a la defensa nacional.
Con la llegada de la licitación para los 12 aviones subsónicos y la inminente adjudicación de los 24 aviones de combate, Perú se prepara para una fase de modernización militar inédita en las últimas décadas, en un intento por fortalecer su posición estratégica y la protección de sus extensas fronteras.
El Gobierno peruano ya delineó como objetivos prioritarios la lucha contra el narcotráfico, la minería ilegal y la capacidad de respuesta ante desafíos de seguridad a nivel nacional y regional.