28/08/2025
𝗔𝗙𝗔𝗡𝗘𝗦: 𝗔𝗚𝗨𝗔𝗦 𝗣𝗘𝗟𝗜𝗚𝗥𝗢𝗦𝗔𝗦
Mateo 6:31-33, “No os congojéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
𝗧𝗲𝘅𝘁𝗼 𝗯𝗶́𝗯𝗹𝗶𝗰𝗼: Job 6:15 , “Pero mis hermanos han mentido cual arroyo; Pasáronse como corrientes impetuosas”.
¿Has escuchado decir: “me da temor el mar” o “el mar es muy traicionero”? Esto se dice porque alguien puede estar nadando tranquilamente y, de pronto, ser arrastrado mar adentro sin notarlo, alejándose de la playa hasta ya no poder regresar. Lo que provoca esto son las llamadas corrientes de retorno, canales estrechos y poderosos que arrastran a los desprevenidos lejos de la costa. En nuestra vida debemos cuidarnos de algo aún más traicionero que el mar: la mundanalidad.
Así como las corrientes marinas alejan al nadador de la orilla, el enemigo usa corrientes del mundo para arrastrarnos lejos del Señor. Nos aleja de la iglesia, del compromiso con Dios, y nos sumerge en el pecado, haciendo difícil el regreso.
Una de esas corrientes peligrosas son los afanes y problemas. Vivimos afanados por las deudas, la salud, los hijos, el futuro. Esto nos llena de angustia, tratando de encontrar soluciones humanas.
Un psicólogo, en una sesión, levantó un vaso de agua. En lugar de preguntar si estaba medio lleno o medio vacío, dijo: ¿Cuánto pesa este vaso? Las respuestas variaron. Entonces explicó: El peso no importa. Todo depende de cuánto tiempo lo sostenga. Un minuto no es problema. Una hora duele. Un día entero, paraliza. El vaso no cambia de peso, pero cuanto más tiempo lo cargo, más difícil es soportarlo.
Así son las preocupaciones. Si las cargas mucho tiempo te vencen. Eso es lo que Satanás quiere: ahogarnos en preocupaciones y alejarnos de Dios. Pero Jesús dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.” Mateo 11:28 (RV1909)
Deja el peso en Sus manos. Él es nuestro descanso.
𝗢𝗿𝗲𝗺𝗼𝘀: Padre, te entregamos nuestras cargas. Líbranos de las corrientes del mundo y danos Tu paz. Por Jesucristo nuestro Señor, amén.
𝗥𝗲𝗳𝗹𝗲𝘅𝗶𝗼́𝗻 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹: No luches solo. Suelta el vaso… y descansa en Dios.
IGLESIA METODISTA INDEPENDIENTE (CHILE), Meditación Bíblica Devocional SELAH - "Medita en esto"