06/07/2025
| Si uno mal, el otro peor: Estados Unidos en manos de locos
👉 Trump impone su megaley fiscal con aviones militares y Musk funda el “Partido América” como si vivieran en una distopía que solo existe en sus cabezas
UN PAÍS SECUESTRADO ENTRE FUEGOS ARTIFICIALES Y LOCURA DE MERCADO
En Estados Unidos ya no hace falta golpe de Estado. Basta con firmar una ley, ondear unas banderas, sacar los bombarderos del hangar y tener un millonario psicótico que te aplauda desde su red social. La escena del 4 de julio de 2025 es digna de un cómic distópico de los años 80: Trump firma su megaley fiscal con los B-2 sobrevolando la Casa Blanca como si se celebrara el lanzamiento de una nueva guerra, mientras Elon Musk, esa mezcla de supervillano de Marvel y contertulio de bar libertario, proclama la creación de un nuevo partido político desde su plataforma X, antes Twitter.
¿Quién necesita democracia cuando tienes dinero, poder militar y delirios de grandeza?
La “One, Big, Beautiful Bill” no es una ley. Es un monumento a la obscenidad neoliberal. Un recorte fiscal de 4,5 billones para los más ricos y un recorte en servicios públicos que golpea directamente a los más pobres. Y como guinda, un déficit de 3,3 billones que será pagado, no por quienes cenaron con Trump en la Casa Blanca, sino por quienes apenas pueden pagar la compra. Medicaid, cupones de alimentos, vivienda pública... todo al fuego. Y todo, con banda sonora patriótica y espectáculo de fuegos artificiales.
No hay ni un intento de disimulo. La redistribución de riqueza ya no se esconde: va de abajo arriba, y con orgullo.
MUSK: ENTRE EL DUEÑO DEL MUNDO Y EL MEME PERMANENTE
Y mientras tanto, Elon Musk se pone la capa. Declara que “vivimos en un sistema de partido único”, mientras su empresa engorda con contratos públicos, evade impuestos y desinforma desde una plataforma convertida en cloaca. Anuncia el “Partido América” como si fuera un anuncio de coche volador, sin estructura, sin programa, sin registro. Solo el ego. Solo el show. Solo la rabia de multimillonario ofendido porque no le bajaron los impuestos lo suficiente.
Esto no es liberalismo. Es una crisis de salud mental retransmitida en directo.
Lo inquietante no es que Musk lo diga. Lo inquietante es que millones lo aplauden. Que periodistas lo replican. Que políticos le dan la mano. Que mientras Trump destroza lo poco que quedaba del Estado de bienestar, Musk canaliza el descontento hacia una idea aún más enferma: que el problema es que no mandan lo suficiente los ricos.
Y cuidado, porque ese delirio se está convirtiendo en doctrina. Con un Congreso arrodillado, una prensa tibia, y un electorado cansado de gritar al vacío, Estados Unidos se ha convertido en el mayor experimento de plutocracia emocional del planeta.
¿Partido América? No. Partido Ego. Partido Saqueo. Partido Distopía.
Y lo peor: no están solos.