09/07/2023
Partimos intentando ir al .cl, el nuevo del Barrio. Viernes 20:30, cerrado, nada que hacer. Lo intentamos con los restaurantes de la Viña La Posada, no nos tentamos con nada (menos que lo mismo de siempre, para ser sincero). Decidimos ir al restaurant del , con cierta desconfianza, hay que decirlo, ya que el Hotel jamás se ha caracterizado por tener una cocina chilena a la altura de todo lo que se ha logrado avanzar en el Valle de Colchagua. Esta vez debería ser diferente ya que el talentoso está a cargo de la cocina del Hotel.
Si bien la carta es bien reducida y con pocas variantes creativas, la ejecución es perfecta. Me pedí, el plato menos chileno de la carta, ñoquis con plateada. No había ñoquis, así es que el mozo me ofreció una pastelera realmente buena, de las mejores que he probado en el último tiempo. La carne se deshacía, sabrosa. Al unirla con la pastelera hacia una mezcla perfecta.
Acompañe el plato con un Malbec de los dueños del Hotel: Chamán. Nota aparte, sería bueno que el Hotel invirtiera en un refrigerador para vinos abiertos, es bastante impresentable que EL hotel de la mejor zona viñatera de uno de los valles más importantes del mundo, los vinos se conserven con un corchito piñufla mientras se calientan y degradan poco a poco. Lo otro que hay que mejorar es la calefacción en el salón principal, tuvimos que movernos al salón más chico, dónde estaba la chimenea, al igual que otros comensales.
Habrá que esperar que el chef agarre más confianza con la carta del Hotel para que nos pueda sorprender con la creatividad, experiencia, y sabor que nos tiene acostumbrados.