12/02/2025
El tamaño de nuestras expectativas influye muchísimo como vivimos nuestra llegada a Chile!
¿Vienes de América latina? Te habían contado tantas cosas buenas sobre Chile, que pensaste que se acabarían de inmediato los problemas. Qué te darían de inmediato una visa para trabajar, un documento de identidad y una licencia de conducir, y no, ocurre que los trámites son burocráticos y se demoran meses. Te habías imaginado que el idioma no sería un problema, ¡y ocurre que no entiendes la mitad de lo que te dicen los chilenos!
Si vienes de Europa o de América del norte, y cómo Chile se supone que tiene uno de los mejores niveles económicos de Latinoamérica, pensaste que no debería ser tan diferente de tu país y no tan complicada tu integración para relacionarte con la gente. Pero muchos chilenos viven en un mundo cerrado donde está su familia y sus amigos del colegio y de la universidad, y cuesta muchísimo que nos dejen entrar en su círculo cerrado. Sí cuesta hacerse amigos, relaciones no tanto, pero amigos mucho. Y no te imaginaste que costaría tanto trabajar con chilenos, porque les cuesta que les digan las cosas de frente: si uno se pone exigente creen que los odias, entonces se bloquean.
A nosotros los europeos en general, nos cuesta menos separar una crítica profesional (por ejemplo, “no cumpliste con el plazo de entrega del informe que te pedí”) de la relación personal que podemos tener con ellos (pero eso “no impide que tenga mucho aprecio por la persona que eres”).
Probablemente te creaste un pequeño sueño de cómo sería nuestra vida aquí, y ocurre que a veces, sobre todo al prinicpio, no sucede así…
Expectativas vs Realidad…