03/07/2025
💛 Pantallas y crianza: ni villanas ni salvadoras.
La ciencia es clara: durante los primeros 6 años, el cerebro infantil es tan plástico que la exposición frecuente a pantallas puede afectar el desarrollo emocional, la atención y el autocontrol. Según la Academia Americana de Pediatría, los niños menores de 2 años no deberían tener exposición y entre 2 y 5 años no más de 1 hora diaria, siempre acompañados. Sin embargo, la Asociación Española de Pediatría advierte que no hay un tiempo seguro de exposición a las pantallas para menores de 6 años.
Idealmente, deberían tener cero contacto, pero criamos en un mundo donde la tecnología está en todas partes y muchas veces estamos solas, a veces recurrir a la pantalla es el único respiro que tenemos para preparar la comida, bañarnos o simplemente respirar. Y considerando que hay muchos abuelos y familia que viven en otro país, y el medio de comunicación son las pantallas.
🌿 No somos malas madres o malos padres por usar una herramienta cuando no damos más.
La diferencia está en cómo, cuándo y cuánto la usamos. Y en saber que no es el enemigo absoluto si tenemos claro su impacto.
Por eso, aunque puedan ser un recurso puntual, hay 5 momentos donde su efecto adverso se multiplica y es mejor evitarlas:
👉 Al comer (interfiere con la saciedad)
👉 Para calmar un berrinche (dificulta autorregularse)
👉 Al despertar (sobreestimulación)
👉 Antes de dormir (afecta la melatonina)
👉 Durante trayectos cortos (reduce tolerancia al aburrimiento)
🌸 Criar con información también es criar con amor. No se trata de buscar perfección, sino equilibrio que cuide a nuestros hijos y también a nosotros mismos.
💛 Y si eres de los que han logrado una crianza cero pantallas: te felicito, porque sabemos que es posible, pero también que no es la realidad de todas las familias.
Cuentame: ¿cómo es tu relación con las pantallas en casa? Los leo con cariño.