
13/09/2025
La rata que ves, vivía escondida en una panadería, es de no creer, pero cada noche robaba migajas, sobras, lo que caía al suelo. Nunca pasaba hambre, pero tampoco brillaba.
Un día vio cómo el panadero daba un pan completo a un perro callejero. Esa noche, mientras la rata ardía de envidia porque a él sí y a mí no, chilló. Esa noche, mientras todos dormían, mordió los panes, orinó la masa, pensando: "Si yo no lo tengo, nadie lo tendrá".
Al día siguiente, el panadero la descubrió, puso trampas y en pocas horas la rata quedó atrapada.
¿Y el perro?, él siguió comiendo pan.
Moraleja: el envidioso no quiere subir, quiere destruir. Y en el intento, termina cavando su propia trampa. No te odian porque tengas mucho, te odian porque ellos no tienen nada.
Lamentablemente, así son muchos en la vida.
Y algunos hasta dicen llamarse amigos.