21/10/2025
Policía destituido en Armenia tras amenazar a un abogado: un llamado a respetar la institucionalidad
Armenia, Quindío – Colombia.
En las últimas horas se conoció la destitución de un uniformado de la Policía Nacional, adscrito al departamento del Quindío, quien habría amenazado a un abogado diciéndole que “si me denuncia, lo pelo”. El hecho, ocurrido en la capital Armenia, generó rechazo dentro de la institución y entre la ciudadanía, al considerarse una grave falta contra la autoridad, la ética y los derechos fundamentales.
La medida disciplinaria fue adoptada tras conocerse las denuncias y adelantarse la respectiva investigación interna, la cual determinó que la conducta del uniformado no representaba los valores de la institución. Su destitución busca enviar un mensaje claro: la Policía Nacional está por encima de los intereses individuales y ningún miembro puede actuar por fuera de la ley.
La institución, con más de un siglo de historia, es un pilar fundamental del Estado colombiano. Su permanencia y legitimidad dependen del respeto a las normas y del compromiso de sus integrantes con la Constitución y los derechos humanos. Un policía puede servir durante algunos años, pero la institución permanece, y es deber de cada uniformado cuidarla, protegerla y honrarla.
El caso de Armenia debe servir de ejemplo para recordar que la función policial no otorga poder ilimitado, sino responsabilidad. Los uniformados están llamados a acatar la ley, no a crearla, y a dejar atrás las malas prácticas que provienen de entornos violentos o autoritarios. La Policía Nacional debe ser un órgano de servicio, no de intimidación, y cualquier acto que contradiga ese principio atenta directamente contra su razón de ser.
La institucionalidad siempre estará por encima de los individuos. Por eso, todo policía debe tener presente que su deber es garantizar los derechos de los ciudadanos, no vulnerarlos, y que la fuerza pública solo mantiene su legitimidad mientras se rige por la ley y el respeto.