22/08/2025
¿Qué significa la conmoción interior en Colombia?
En medio de los recientes hechos de violencia y alteraciones del orden público, ha vuelto a mencionarse la posibilidad de que el Gobierno Nacional declare la conmoción interior, una medida excepcional contemplada en la Constitución de 1991.
De acuerdo con el artículo 213 de la Carta Política, la conmoción interior puede ser decretada por el Presidente de la República, con la firma de todos los ministros, cuando el orden público se vea gravemente perturbado y no pueda ser controlado con los mecanismos ordinarios.
Facultades extraordinarias
La medida otorga al Ejecutivo la posibilidad de expedir decretos con fuerza de ley, lo que implica que el Gobierno asume competencias legislativas de manera temporal para enfrentar la crisis. Estas disposiciones deben estar directamente relacionadas con la situación que originó la conmoción.
El periodo inicial es de 90 días, prorrogable por dos períodos adicionales, hasta completar un máximo de 270 días en un mismo gobierno.
Límites y controles
Aunque otorga poderes extraordinarios, la conmoción interior no significa un “cheque en blanco”. El Congreso de la República entra en sesión de manera automática para evaluar las decisiones adoptadas, y la Corte Constitucional revisa los decretos para verificar que no vulneren la Constitución ni los derechos fundamentales.
Además, existen límites claros: no se pueden suspender derechos esenciales como la vida, la integridad personal, la libertad de conciencia ni el debido proceso. Tampoco puede interrumpirse el normal funcionamiento del Congreso ni aplazarse la realización de elecciones.
Una figura de última instancia
Expertos coinciden en que la conmoción interior debe ser considerada como una herramienta de último recurso, pues implica una restricción parcial de las garantías ciudadanas y concentra en el Gobierno nacional facultades excepcionales que, en condiciones normales, pertenecen al Legislativo.
En la historia reciente del país, esta figura ha sido aplicada en situaciones de extrema gravedad, como atentados terroristas, picos de violencia armada y crisis institucionales.