30/10/2025
Se dice que no eran hombres.
Que sus rosturas no pertenecían a este mundo.
Unos afirmaban que descendían del cielo, envueltos en fuego y luz.
Otros aseguraban que emergieron del océano, desde ciudades hundidas donde el tiempo no existe.
Sus cuerpos estaban cubiertos por trajes imposibles,
máscaras sin ojos,
instrumentos que aún no comprendemos.
No hablaban.
Solo observaban.
Como quien recuerda algo…
o como quien está esperando algo.
Los antiguos los llamaron maestros,
pero también dioses,
y algunos los temieron como guardianes de la noche.
¿Vinieron de arriba?
¿Vinieron de abajo?
Tal vez de ambos lugares.
O tal vez…
nunca se fueron. 👁️