17/05/2025
SABIAS DE ESTAS PROFESIONES QUE AUN NO HAN SUCEDIDO ?
Título: “El Último Amanecer”
En el año 2083, la humanidad había alcanzado un punto crítico. El mundo estaba conectado como nunca antes, pero la paz era más frágil que una telaraña en tormenta. En medio del caos, tres eventos comenzaron a cumplirse, tal como habían sido anunciados siglos atrás en las Escrituras.
1. La aparición del gobierno mundial
Una figura carismática surgió de entre las naciones. Su nombre era Aurelian. Prometía unidad, justicia y un nuevo orden que pondría fin al hambre y a la guerra. En menos de una década, todos los países entregaron su soberanía a la Alianza Global, un sistema centralizado que operaba desde una ciudad resplandeciente llamada Nova Roma. Muchos lo llamaron el cumplimiento de la profecía de Apocalipsis 13, donde una bestia recibiría autoridad sobre "toda tribu, pueblo, lengua y nación".
2. La reconstrucción del Templo en Jerusalén
Mientras Aurelian consolidaba su poder, otro evento sacudió al mundo: la reconstrucción del Tercer Templo en Jerusalén. En un giro sorprendente, se logró un acuerdo entre religiones para levantarlo en paz. Esto avivó antiguas profecías de Daniel 9 y 2 Tesalonicenses 2, que hablaban de un templo donde “el hombre de pecado” se sentaría, proclamándose como Dios.
3. La marca para comprar y vender
Con la instauración de la economía unificada, se introdujo un sistema de identificación digital obligatoria: una nanoinscripción implantada en la mano derecha o en la frente. Sin ella, nadie podía comprar ni vender. Los creyentes recordaron de inmediato las palabras de Apocalipsis 13:16-17, y miles se negaron a aceptarla, eligiendo en cambio una vida de huida y persecución.
Entre ellos estaba Elías, un joven programador que había leído la Biblia desde pequeño. Aunque el mundo lo tachó de loco, él sabía que no estaba solo. En los rincones olvidados del planeta, grupos de creyentes se reunían en secreto, esperando el regreso del verdadero Rey.
Una mañana, mientras Elías oraba en una cueva del desierto, una luz brillante rasgó el cielo como una espada de fuego. No era una nave. No era una ilusión. Era Él.
El último amanecer del mundo había llegado. Y con él, una eternidad comenzaba.
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