20/11/2025
El arapaima, también llamado pirarucú, es uno de los peces de agua dulce más grandes del planeta y una auténtica leyenda amazónica. Habita principalmente en los ríos y lagos tranquilos de la Amazonía, donde puede superar los 3 metros de longitud y alcanzar más de 200 kilos. Su cuerpo alargado, cubierto de escamas enormes y resistentes como placas, presenta tonos verdes y negros que se vuelven rojizos en la cola, dándole un aspecto imponente y prehistórico.
Una de sus características más sorprendentes es que puede respirar aire. Aunque posee branquias, estas no le bastan en aguas pobres en oxígeno, así que sube a la superficie cada pocos minutos para tomar aire con un sonido fuerte y distintivo. Esta adaptación le permite sobrevivir en ecosistemas donde otros peces no podrían.
El arapaima es un depredador poderoso: se alimenta de peces, crustáceos e incluso aves que caen al agua. Su mandíbula es tan fuerte que puede generar un efecto de succión capaz de tragar presas enteras.
Durante décadas fue intensamente pescado por su carne apreciada, lo que redujo muchas poblaciones. Hoy, gracias a esfuerzos de conservación y manejo sostenible, en varias regiones su número ha comenzado a recuperarse. Aun así, sigue siendo un símbolo de la fragilidad y riqueza de los ecosistemas amazónicos.