
05/05/2025
REFLEXION DE LA NOCHE
Dentro de 100 años, en 2125, por ejemplo, todos estaremos bajo tierra junto a nuestros familiares y amigos.
Extraños vivirán en nuestras casas y poseerán todo lo que hoy consideramos nuestro.
Probablemente ni siquiera sabrán que alguna vez existimos.
Seremos apenas una historia en la memoria de algunas generaciones… y, con el tiempo, nuestros nombres y rostros serán olvidados.
Qué vana es una vida vivida solo para poseer, acumular y conquistar.
Con frecuencia postergamos el amor, el disfrute, lo esencial,
como si fuéramos eternos, sin ser conscientes de que nuestra estadía aquí es apenas un suspiro.
Gastemos esta vida en hacer el bien, en amar de verdad
y, sobre todo, en vivir… antes de que sea demasiado tarde.
“Ya somos el olvido que seremos.”
Esta reflexión nos recuerda que la vida es fugaz y que la verdadera riqueza no está en lo que acumulamos, sino en lo que dejamos en los corazones de los demás. Vivir con amor, conciencia y propósito es la única forma de trascender el olvido.