18/09/2025
En Nigeria, extremistas vinculados a la etnia fulani han secuestrado y mantenido como rehenes en campos de terror a decenas de cristianos, negándoles alimentos y sometiéndolos a condiciones inhumanas.
Organizaciones defensoras alertan que este grupo radical busca transformar el país en un califato islámico, atacando comunidades agrícolas cristianas y desplazando a miles de familias.
Los campos de reclusión fulani se han convertido en lugares de sufrimiento, donde los cristianos, privados de comida, son sometidos a torturas, amenazas y violencia sistemática. Las autoridades locales y la comunidad internacional han recibido denuncias sobre el avance de los ataques, pero la respuesta ha sido insuficiente.
Según datos recientes, más de 7,000 cristianos han sido asesinados solo en los primeros siete meses del año, con otros miles secuestrados violentamente y obligados a abandonar sus tierras.
Los estados más afectados son Benue, Plateau y Kaduna, donde los fulani han perpetrado masacres y destruido aldeas.
El líder Ihyula, referente en la región de Benue, explica que estos ataques no son resultado del cambio climático, sino que tienen motivaciones religiosas profundas: los fulani quieren conquistar tierras cristianas y establecer un estado islámico en Nigeria.
En el Estado de Benue, por ejemplo, sobrevivientes del reciente ataque al pueblo de Yelwata relatan que perdieron todo: casas, comida, ropa y medicamentos. Los rehenes no reciben ninguna ayuda y se enfrentan a una crisis humanitaria severa.
El informe de Intersociety denuncia también la complicidad de ciertos sectores militares, responsables de al menos 410 muertes de cristianos mediante criminalización y discriminación religiosa.
La persecución incluye asesinatos, secuestros, torturas, conversiones forzadas e incluso destrucción de la herencia cultural y religiosa cristiana. Los líderes nigerianos han pedido que la comunidad global sancione a quienes apoyan estas acciones.