14/05/2025
🟡 “¿Cómo un joven argentino logró competir con Amazon desde un garaje en Buenos Aires?”
A fines de los años 90, mientras estudiaba en Stanford, Marcos Galperin notó cómo el internet comenzaba a transformar la forma en que la gente compraba en Estados Unidos. De vuelta en Argentina, se dio cuenta de que en América Latina no existía nada parecido. Solo había una certeza: nadie confiaba en comprar por internet.
Con apenas 27 años, sin experiencia previa y en pleno caos económico regional, convenció a un par de amigos de crear una plataforma que permitiera a cualquier persona vender y comprar por internet desde cualquier país de Latinoamérica. Así nació Mercado Libre, sin bodegas, sin productos, sin inversión masiva… solo un sitio web y una idea potente.
Los inicios no fueron fáciles. Nadie quería pagar por algo que no podía ver. Las tarjetas no funcionaban bien. Había miedo al fraude. Pero poco a poco, con tiempo, logística y fe ciega en la tecnología, comenzaron a generar confianza. Incorporaron Mercado Pago, y de repente, millones de personas sin cuenta bancaria pudieron participar del comercio digital.
Lo que parecía imposible en un continente con tantas desigualdades se convirtió en una revolución: campesinos, amas de casa, emprendedores, estudiantes… todos podían vender algo desde su casa. Sin intermediarios, sin locales, sin permisos complicados.
Hoy, Mercado Libre es la empresa tecnológica más valiosa de América Latina. Opera en más de 18 países y gestiona millones de productos, transacciones y empleos. Todo comenzó con la incomodidad de que nadie estaba aprovechando el poder del comercio digital en la región.
Y lo más inspirador: Galperin no copió a Amazon. Creó algo distinto, adaptado a las realidades de su gente. Porque en lugar de decir “esto no va a funcionar aquí”, se preguntó: ¿cómo hacemos que funcione para todos, desde aquí?