03/12/2025
El otro día uno de mis clientes llegó con una frase que escucho más de lo que imaginas:
“Tengo síndrome del impostor y no sé cómo mostrarme en mi empresa”.
En lugar de quedarnos atrapados en el sentimiento, hicimos lo más práctico posible:
1️⃣ Creamos su personaje corporativo:
Definimos quién tenía que entrar a la sala, qué energía, qué intención y qué mensaje debía sostener.
2️⃣ Afinamos la técnica:
Trabajamos su tono, sus tiempos, su forma de presentarse y cómo sostener seguridad incluso cuando internamente dudaba.
3️⃣ Le dimos un objetivo claro:
No era “ser más seguro”. Era “comunicar su valor con claridad para ganar autoridad”.
4️⃣ Quitamos el ruido del qué dirán:
Porque un personaje corporativo no es una máscara: es una estrategia para que tu valor llegue antes que tus dudas.
5️⃣ Y transformamos su percepción corporativa: Resultados puntuales: más presencia, más claridad y sí, un aumento.
El paso a paso en profundidad para lograr estos avances lo compartí en la master class del personaje corporativo dentro del Club del Juego Corporativo.
(Y lo que sucedió con la comunidad fue increíble: sus ejemplos, sus preguntas y sus historias hicieron que la sesión fuera muchísimo más profunda y aplicable).
Si tú también quieres ver el replay y prepararte para las siguientes sesiones en vivo, únete al Club del Juego Corporativo como jugador élite (opción mensual o anual).
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Recuerda: El éxito laboral no es suerte, es estrategia.