14/10/2025
En horas de la madrugada del martes 14 de octubre se presentó un acto de violencia en contra de la campaña política de Abelardo de la Espriella.
Uno de los vehículos que había destinado para la recolección de firmas fue incinerado en una carretera que conecta a los departamentos de Aracua y Norte de Santander, en el sector conocido como Fundame, a pocos metros de la salida al alto de Mejue, sobre la vía secundaria que comunica a los municipios de Chinácota con Toledo.
De acuerdo a la información suministrada por W Radio, un grupo de hombres armados interceptaron el automotor, bajaron a sus ocupantes y procedieron a prenderle fuego.
El medio de comunicación informó que dentro del vehículo se encontraba Juan Carlos Santamaría director de la campaña en Arauca, en compañía de varios escoltas.
En declaraciones entregadas a Semana, Santamaría narró que esta actividad ya se ha venido realizando por varias semanas y decidió hacer uso de sus propios bienes para poder continuar con las actividades, sin llegar a imaginar que iba a ser blanco de un ataque terrorista:
“Yo tenía un Spark y decidí vestirlo con la publicidad de la campaña. Habíamos estado recogiendo firmas normalmente por 20 días. Decidimos trasladarnos a otro municipio. Madrugamos para que no se viera tanto el carro. Y en uno de los pasos aparecieron unos tipos armados, en motos” y agregó, “Como el carro es bajito, se aprovecharon de que no podíamos avanzar mucho, nos encañonaron, nos hicieron bajar del carro, nos dijeron que teníamos que regresarnos, que no podíamos avanzar. Obvio, todo con peores palabras y mal portados. Nosotros, en medio de todo eso, estábamos agradecidos de que nos dieron la oportunidad de regresarnos”.
Santamaría hizo memoria y recordó un hecho particular de hace ap***s unos días, en el que una persona en moto se detuvo para fotografiar su auto. Este detalle, que inicialmente pareció insignificante, cobra relevancia ante los hechos actuales y alimenta la preocupación sobre la propia seguridad y las verdaderas intenciones detrás de ese comportamiento, ya que no alcanza a dimensionar desde hace cuanto tiempo se han venido haciendo este tipo de seguimientos.