15/09/2025
Argentina.
De Serú Girán a Fito Páez, de 2 Minutos a Los Caligaris, de Illya Kuriaki and the Valderramas a Los Auténticos Decadentes, la segunda noche del festival Cordillera fue un recorrido por la historia musical argentina, quizá el principal país-cantera de los talentos que más les han dado forma a los sonidos de nuestro continente.
Luego de que bandas clásicas bogotanas del ska, el rock, y talentos emergentes locales calentaran la tarde, como Skampida, Ciegossordomudos y Laura Pérez, nos dimos cita en el escenario principal para cumplir un sueño nunca imaginado: Serú Girán en vivo, en pleno 2025.
Con 66 años, siendo uno de los bajos más legendarios de esta región, Pedro Aznar tocaba mirando a los ojos a su compañero de décadas, David Lebón, de 72, voz y guitarra de una banda columna del rock argentino. Atrás, en los visuales, mirándolos a ellos, y sosteniéndonos la mirada de vuelta, un Charly cercano a sus 30 años, con sus gafas y su bigote y su aire larguirucho que se sentía presente ahí, en el escenario, en el público y en el teclado de cada canción. Casi 50 años después, pudimos hacer un recorrido impensable por canciones como Canción de Alicia en el país, Nos veremos otra vez, Desarma y sangra, Esperando nacer (con la inesperada compañía vocal de Carlos Vives) y no Llores por mi Argentina. Para el cierre con Seminare, la multitud se expandía hasta donde alcanzaba la vista. Jóvenes de 20, Señorxs de más de 50, todxs unidxs coreando "No hay fuerza alrededor, no hay pociones para el amor" intentando dimensionar el momento histórico que estábamos viviendo en una complicidad multitudinaria.
Luego, Chile y México tomaron la batuta con los actos de Los Bunkers y Ximena Sariñana, una mezcla de fiesta, baile, dulzura y sentires, con aparición estelar de Juan Carlos Bodoque de 31 minutos en el show de Los Bunkers.
Al caer la tarde, con un show que aflojó el n**o en la garganta que nos dejó Serú, Emmanuel Horvilleur y Dante Spinetta de Illya Kuriaki and The Valderramas se subieron al escenario a contagiarnos de funk viral, bajos gordos, teclados infecciosos, movimiento de coolo y una se*******ad que nos atravesó el cuerpo (sigue leyendo en comentarios ⬇)